Bunbury despierta interés en su tierra con sus "mutaciones"

El cantante dejó su impronta en 200 ejemplares de su último trabajo y saludó a sus seguidores. A las puertas de la Fnac de la Plaza de España se formó una larga fila con cientos de sus fans.

Bunbury firma discos de su último trabajo
Bunbury firma discos de su último trabajo
Aránzazu Navarro

Enrique Bunbury no pisaba Zaragoza desde el concierto que dio en junio de 2014 en el Pabellón Príncipe Felipe. Sus fans echaban de menos a su paisano y ayer se notó. El escenario, en esta ocasión, fue la Fnac de la Plaza de España, donde el que fuera alma máter de Héroes del Silencio firmó ejemplares de su último trabajo, ‘El libro de las mutaciones’, la grabación del concierto ‘desenchufado’ que dio para la cadena estadounidense Mtv el pasado mes de septiembre en México y que lleva en el mercado apenas una semana.


La firma de discos comenzaba a las 19.00 y, media hora antes, la fila llegaba hasta más allá de Puerta Cinegia, a pesar de que el acceso estaba controlado y solo se repartieron 200 pases numerados. La distribución de estos tiquets –se repartían dos por cada disco comprado en este establecimiento– comenzó a las 18.00, pero los primeros llevaban aguardando desde las 10.00 de la mañana. "Venimos desde Algeciras para verle y para que nos firme el disco y, ya de paso, nos quedamos en Zaragoza a pasar este puente", dijeron Raquel López y Francisco Corbacho, que fueron los primeros en saludar al músico.


En el espacio de Fnac, fans de todas las edades fueron pasando a saludar a Enrique Bunbury, que, sentado tras una mesa, firmó sus discos, los saludó y charló con ellos brevemente. "Ayer (por el jueves) me quedé sin número para verlo en Barcelona, así que no me lo he pensado dos veces y esta mañana me he cogido un tren", dijo Martí Aguilar, vinilo y cedé en mano, "con ganas de tenerlo frente a frente".


Antes que por Zaragoza, Bunbury pasó por Madrid y Barcelona –miércoles y jueves, respectivamente– para firmar discos y encontrarse con sus seguidores. En ninguna de las tres ciudades, y por orden de la organización, los asistentes pudieron tomar fotografías con sus propios dispositivos. Eso sí, un fotógrafo de Fnac retrató a los fans junto al cantante para después colgar las imágenes en el perfil de Facebook de este establecimiento.


La euforia de los que consiguieron entrar –el último afortunado fue Paco González que se enteró "justo por la mañana de que estaba Bunbury en Zaragoza"– contrastaba con la decepción de quienes se quedaron a las puertas. "No sabíamos que la entrada iba numerada, solo que la firma era de 19.00 a 21.00. Los organizadores tendrían que haberlo avisado, aunque fuera poniendo “aforo limitado” en los carteles", se quejó Carlos Ramos.


Muchos fueron los que, pese a no tener número, esperaron a las puertas por si hay suerte y les dejaban pasar "en el último momento", como Ángel Berné, que acudió como ‘enviado especial’ por su hija, su hijo y su nuera, "que son seguidores de él desde siempre" y que no pudieron acudir por estar trabajando.


Son muchos los zaragozanos que tienen su historia personal ligada a la música de este cantante. Elena Campos y su hija, Raquel Zorraquín, se quedaron sin número, pero siguieron haciendo fila porque tenían una historia que contarle. "Soy escultora e hice una obra inspirada en su canción ‘Las consecuencias’ que está expuesta en el restaurante madrileño Crucina, al que sé que él va mucho. Quiero contárselo y decirle que lo sigo desde los tiempos en que ambos íbamos al bar ‘El bandido’".

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