DEBATE DEL ESTADO DE LA NACIÓN

Zapatero solo recibe el respaldo de Coalición Canaria

El presidente urge a elevar la jubilación a 67 años para adecuar la Seguridad Social a la evolución demográfica.

El presidente y la vicepresidenta De la Vega escuchan la intervención de Ana Oramas (CC).
Zapatero solo recibe el respaldo de Coalición Canaria
EMILIO NARANJO/EFE

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cerró ayer el debate sobre el estado de la nación con una nueva oferta de austeridad, reformas y pactos, pero solo encontró en el hemiciclo el respaldo de su grupo -el PSOE- y la tibia comprensión de Coalición Canaria (CC).

La segunda y última jornada del debate estuvo reservada para los portavoces del Grupo Mixto. Una parte importante de la intervención del presidente del Gobierno estuvo reservada para su defensa de emprender ya la reforma de las pensiones, elevando de 65 a 67 años la edad legal de jubilación, con el objetivo de "adecuar" el sistema de la Seguridad Social a la evolución demográfica. De lo contrario, dijo, la alternativa sería subir "drásticamente" las cotizaciones sociales que abonan las empresas, algo que, a su juicio, "no sería una idea inteligente".

Así, Zapatero pidió a la oposición que se acerque con "objetividad" a este debate porque los datos sobre la evolución de la población son "apabullantes". Asimismo, negó que sus propuestas respondan a planteamientos "de mercado", sino que solo buscan hacer una "progresiva racionalización". Admitió que la reforma de pensiones "no es urgente", pero precisó que conviene hacerla ahora para que "aporte estabilidad" y las reformas sean "más graduales, progresivas y más fáciles de llevar a la práctica".

Aliento desde Canarias

Las únicas palabras de aliento al presidente, además de las provenientes de su propio grupo, llegaron de CC. Frente a la petición de elecciones anticipadas de UPyD, la portavoz canaria, Ana Oramas, resaltó que no es el momento de comicios ni mociones de censura, sino de reformas. Pese a su coincidencia aquí con Zapatero, le advirtió de que si no consigue apoyos estables para llevarlas adelante deberá dejar que los ciudadanos "elijan" en un panorama que ha pintado desolador: con un Ejecutivo "agotado" y una oposición "sin alternativas".

El resto de los partidos del Grupo Mixto no fueron tan benévolos. El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, alertó al jefe del Gobierno de que, si busca acompañantes en su giro "antisocial y recentralizador", no podrá contar con su partido. Jorquera consideró que Zapatero ha dilapidado su credibilidad y puso como ejemplo el recurso a la ley de cajas gallegas o su olvido de la "España plural".

El diputado de UPN Carlos Salvador pidió al presidente que emule a la selección de fútbol, que con su "sacrificio, trabajo, orden, disciplina, esfuerzo, unidad, cooperación, concordia y fe" ha sido un ejemplo de "patriotismo de bandera", que ha prendido en los ciudadanos y han "inundado las calles con la bandera sin ningún tipo de complejos y con orgullo".

Desde Nafarroa Bai, Uxue Barkos reprochó al jefe del Ejecutivo que no se atreva a "coger el toro (de la crisis) por los cuernos" y culpó a la imprevisión de Zapatero que haya "casi cinco millones de parados", además de una congelación de las pensiones y la rebaja del sueldo de los funcionarios.

El único portavoz que le apoyó sin fisuras fue el socialista, José Antonio Alonso, quien denunció el "absoluto absentismo político" del PP, "el partido del 'no' y de la nada", y de su líder, Mariano Rajoy.

Tras diez horas y media en dos días, Zapatero cerró la sesión con una breve intervención para reiterar su compromiso de "austeridad, reformas, cohesión social, pactos políticos y trabajo, mucho trabajo". El debate sobre el estado de la nación continuará el próximo martes con la votación de las propuestas de resolución de los grupos.