PARTIDO POPULAR

Rajoy asegura que "los más débiles" no pagarán la crisis

El líder del PP insiste en que España "tiene sed de urnas" porque quiere "una nueva etapa".

Mariano Rajoy cerró en Sevilla la Convención Nacional del PP
Rajoy: "España tiene sed de urnas" y quiere un "cambio"
EFE

Al Partido Popular ya le han sanado todas las heridas abiertas en el Congreso de Valencia de 2008. Mariano Rajoy inauguró ayer en Sevilla el que ha bautizado como "un nuevo tiempo político" con una especie de epitafio sobre los malos momentos vividos por su formación tras la última derrota en las generales: "Sé que estoy aquí porque vosotros habéis querido y además porque me habéis ayudado siempre, y no fue fácil". Los más de 2.000 compromisarios populares interrumpieron a su líder con una gran ovación que el propio Rajoy avivó al apostillar: "Lo sé, lo tengo y lo tendré siempre, gracias a todos, os aseguro que estaré a la altura".


Rajoy dejó claro en su discurso que el PP dejará los debates ideológicos en un segundo plano para centrar el discurso en su capacidad de gestionar situaciones delicadas. El jefe del principal partido de la oposición apenas habló del Gobierno, porque lo considera una "pérdida de tiempo". Está convencido de que a los españoles no les interesa ya oír los reproches que pueda hacer el PP a este Gobierno, sino que quieren conocer los planes de los populares para sacar al país de la crisis. Es más, Rajoy aseveró que a los ciudadanos ya solo le importa una cosa de José Luis Rodríguez Zapatero: saber cuándo anuncia la fecha de las elecciones generales. Y es que, a su juicio, en España existe "sed de urnas" porque la mayoría quiere abrir "una nueva etapa" que ponga fin "a las palabras floridas, a los anuncios que no se cumplen y al retraso interminable de las soluciones".


"Recuperación nacional"


El PP quiere capitanear esa nueva etapa reconstruyendo "la confianza de los españoles" mediante la ejecución de un proyecto "de recuperación nacional".


Rajoy advirtió de que nunca ofrecerá "la ilusión de que las cosas se arreglan solas" y por primera vez anunció que habrá que hacer importantes sacrificios, "pero no como los de ahora", que están pagando "un precio altísimo a cambio de nada". Rajoy, que no detalló cuáles serían esos esfuerzos, sí se comprometió a que no serán padecimientos inútiles y a que tampoco "serán los más débiles quienes más lo soporten".


Rajoy quiere conseguir todos estos retos con un partido abierto, que enfatice principios con los que una gran mayoría de españoles puedan sentirse cómodos. Las credenciales y referencias para poder formar parte de este "flamante" PP serán muy generales, porque Rajoy adelantó que no le van a preguntar a nadie "de dónde viene, porque la abnegación, el patriotismo y la buena voluntad no son de ningún partido".