Preso más antiguo de España

Miguel Montes Neiro: "Me siento libre, no soy una alimaña"

El considerado como el preso común más antiguo de España salió este miércoles de la cárcel de Albolote, en Granada.

Miguel Montes Neiro, junto a sus hijas
Miguel Montes Neiro: "Me siento libre, no soy una alimaña"
EFE

Miguel Montes Neiro, considerado el preso común más antiguo de España al haber enlazado desde 1976 una veintena de condenas, ha abandonado la cárcel de Albolote con el convencimiento de que ahora comienza su "primera oportunidad" en la vida y la promesa de que no volverá a delinquir.


Visiblemente emocionado, acompañado de dos de sus hermanas y de sus dos hijas, que han acudido a recibirle junto a otros familiares y amigos, y en medio de una gran expectación mediática, Montes Neiro ha clamado: "Me siento libre" y ha asegurado: "No soy una alimaña".


El ya exreo, que ofrecerá próximamente una rueda de prensa, ha dicho a la treintena de medios que aguardaban su salida que arrepentirse "no vale de nada" si lo hecho, hecho está, y ha avanzado que dedicará el resto de su vida a sus hijas: "mis diosas".


"Mis hijas aún no han hablado conmigo. Ahora el que tiene que hablar es su padre", ha dicho Miguel flanqueado por ellas.


Tras haber pasado su última noche en la cárcel "como un león, dando vueltas y achuchando al guardia" para que le sacaran, Montes Neiro, de 61 años, ha aparecido entre aplausos poco después de las 11.30 horas por la puerta principal del centro penitenciario, donde le aguardaba una ambulancia por si hubiera sido necesaria algún tipo de asistencia dado su delicado estado de salud y su "nerviosismo".


Este granadino, que piensa irse a vivir a Málaga, donde residen sus hermanas, y recibir clases de Bellas Artes para afianzar los conocimientos que tiene y poder vivir de ello, dice haber olvidado ya las huelgas de hambre que secundó en protesta por su situación.


Lo único que quiere es vivir su vida: "Se me ha pasado la vida y todavía no la he vivido", ha reflexionado Montes Neiro, para quien ahora es cuando comienza su "primera oportunidad" en la vida.


"Yo no soy un bicho. Los bichos están debajo de la tierra. Cuando he estado raro ha sido cuando he estado ahí dentro", ha relatado en alusión a la prisión, donde según dice nunca ha logrado adaptarse: "La cárcel es muy negativa", ha agregado Montes Neiro.


Algunos de sus compañeros de prisión han querido sacarle a hombros: "No me han dejado ni siquiera hacer pis dentro".


Su vida será ahora objeto de un libro y quizá de una película, aunque, según dice, todo no lo narrará para "no hacerle daño a gente".


Tras atender a los periodistas, ha abandonado la cárcel junto a sus familiares y amigos dando un largo paseo hasta "perderla de vista", como era su deseo -luego comerá en un asador de Alhendín-.


Su salida del centro penitenciario se produce después de que la Audiencia de Málaga aprobara una liquidación de condena por la que se le abonaban 124 días de prisión preventiva en la causa que hasta ahora lo mantenía en la cárcel y que no habría terminado de cumplir hasta mediados del próximo mes de junio.


Pero la libertad también ha sido posible porque el resto de penas que pesaban sobre él le han sido indultadas tanto por el Gobierno actual como por el anterior o sustituidas por multa.


Montes Neiro, que desde su primer ingreso en prisión, en 1976, ha ido enlazando condenas y fugas de forma ininterrumpida, protagonizó seis huidas entre 1978 y 1986 hasta que volvió a quedar en libertad condicional en 1994.


Regresó a la cárcel en 1997 tras cometer diversos delitos y volvió a evadirse en otras dos ocasiones, una en 2003, cuando estuvo tres años fugado, y la última en 2009 aprovechando un permiso extraordinario por la muerte de su madre, aunque fue detenido veinte días después.