CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

La Décima Legislatura despega sin complejos

En martes y trece, con más coletillas que nunca al prometer acatamiento a la Constitución, con diputados abertzales y con interrupción reivindicativa de Gaspar Llamazares, ha comenzado la nueva Legislatura.

Jesús Posada es aplaudido por los diputados tras ser elegido presidente del Congreso
La Décima Legislatura despega sin complejos
EFE

Ya ha arrancado la Décima en el Congreso, la X Legislatura, que despega sin complejos, en un martes y 13, con más coletillas que nunca al prometer acatamiento a la Constitución, con diputados abertzales y con interrupción reivindicativa de Gaspar Llamazares... pero todo con un protagonista de menos.


Porque este martes no ha estado en el hemiciclo el diputado 350, el navarro José Ramón Sabino Cuadra, de Amaiur, cuya ausencia en la sesión constitutiva ha dejado al descubierto la treta reglamentaria que se ha buscado la coalición abertzale para intentar conseguir grupo propio, en principio sólo con sus seis diputados vascos.


Ésta ha sido la sorpresa de la jornada, en la que tal y como estaba previsto ha sido elegido presidente de la Cámara el diputado del PP Jesús Posada, con los votos del PP y CiU, la abstención de los demás y una enigmática papeleta con el nombre de Ignacio Gil Lázaro, famoso por sus preguntas a Rubalcaba por el 'caso Faisán'.


Posada ha pronunciado un breve discurso, aplaudido muy mayoritariamente, equilibrado y conciliador, en el que sin embargo no ha ocultado las dificultades venideras y ha pedido el consenso de la Transición para tratar de superarlas.


"Son momentos difíciles; hay graves problemas que debemos intentar resolver y la ciudadanía espera de nosotros esfuerzos generosos para afrontarlos", ha manifestado.


Sus palabras fueron escuchadas en completo silencio por el hemiciclo, el cual contrastaba con el continuo runrún que ha acompañado el tedioso proceso de elección del presidente y los miembros de la Mesa, en tres votaciones sucesivas, a un ritmo de una por hora, con papeletas introducidas en una urna de madera.


Eso sí, ese tiempo ha servido para un sinfín de conversaciones, tertulias improvisadas, felicitaciones, encuentros, abrazos, besos, con una animación que ha confirmado que lo que más les gusta a los diputados, sean de la legislatura que sean, es hablar.


La mañana había comenzado con un presidente del Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, que llegaba con retraso, y con un rebelde Llamazares que, sin complejo alguno, ha levantado la mano, puesto en pie, en cuanto el presidente de la Mesa de edad, Juan Manuel Albendea, ha abierto la sesión.


No le ha visto el veterano diputado del PP, pero Llamazares se ha sentado, ha esperado el momento oportuno y de nuevo se ha alzado para exclamar "¡presidente! ¡presidente!" y exigir que se leyera el acuerdo entre PP y PSOE que ha dejado fuera de la Mesa a IU, "la tercera fuerza política del país".


Gran experto en tauromaquia, Albendea le ha dado un pase largo -"cualquier diputado puede ser candidato, por tanto no procede su petición"- y ha proseguido con la sesión.


Por cierto, que los diputados se han sentado siguiendo más o menos la distribución de grupos de la pasada legislatura, aunque con un PP muy desparramado gracias a su mayoría absoluta, y con una segunda fila bien significativa.


Podría llamarse la fila de los 'ministrables', porque en ella estaban Soraya Sáenz de Santamaría, Ana Mato, Esteban González Pons, Alberto Ruiz-Gallardón, Ana Pastor, Jorge Moragas, Federico Trillo, Jorge Fernández Díaz y Elvira Rodríguez, que se ha pasado a saludar.


Saludos ha habido de todo tipo y condición, entre colegas y adversarios, nuevos y veteranos, dando ambiente al extenso proceso de votación que muchos han aprovechado para tuitear sus experiencias.


El actor y novato en la Cámara Toni Cantó, de UPyD, se ha dedicado a buscar los tiros de Tejero, de cuya ubicación ha informado cumplidamente en Twitter, mientras Llamazares seguía quejándose por el mismo medio de la exclusión de IU en la Mesa.


Se ha visto a la diputada de Amaiur, Maite Ariztegi, conversar en una escalera con el diputado de Foro Asturias, Enrique Álvarez Sostres, a Rajoy recibir saludos a tutiplén y al saliente Zapatero, recibir en su escaño como si de un confesionario se tratara.


Y a la nueva vicepresidenta primera, Celia Villalobos, casi se le olvida votar de lo enfrascada que estaba en sus conversaciones.


Finalmente, una vez elegida la Mesa, sus miembros han subido a la tribuna y uno a uno los 349 presentes han acatado la Constitución.


Se sabía que los de Amaiur lo harían por imperativo legal y que algunos catalanes utilizarían su lengua para jurar o prometer, pero hoy era día sin complejos y las fórmulas se han multiplicado en un amplio muestrario.


Dos ejemplos, Cayo Lara ha prometido "sin renunciar a mis convicciones republicanas" y Joan Tardá lo ha hecho "hasta alcanzar nuestra propia constitución".


Por si hubiera dudas, y como se ha escuchado alguna protesta respecto a las coletillas, el presidente Posada lo ha dejado claro: todas han valido y todos, salvo el 350, el que hoy faltaba, ya son parlamentarios de pleno derecho.