BARCELONA

La comunidad senegalesa protesta por la muerte de Ibrahima entre llamadas a la calma

Los subsaharianos han mostrado fotos de la víctima, Ibrahima Dyie, y de su esposa e hijos, al tiempo que coreaban y gritaban sin parar "justicia" y "racistas".

Imagen de la concentración de este miércoles
La comunidad senegalesa protesta entre llamadas a la calma
AFP PHOTO

La comunidad senegalesa en Barcelona ha expresado su protesta, en un día tenso y con algún incidente, tras el asesinato anoche de un joven senegalés de 32 años a raíz de un discusión por un partido de fútbol callejero que derivó en una pelea en la que un joven de etnia gitana disparó mortalmente contra la víctima.


Tras la detención de hasta cuatro personas de una misma familia por el asesinato, cerca de 200 subsaharianos se han manifestado este miércoles por el barrio del Besòs de Barcelona, primero en solitario y con algunas escenas de tensión, y luego junto a otros vecinos, para denunciar el crimen, exigir justicia y reivindicar la convivencia vecinal.


Los subsaharianos han mostrado fotos de la víctima, Ibrahima Dyie, y de su esposa e hijos, al tiempo que coreaban y gritaban sin parar "justicia" y "racistas".


En esta primera parte de la manifestación se han vivido momentos de tensión, aunque finalmente algunos grupos de subsaharianos, que han creado su propio cordón de seguridad, evitaron que la situación fuera a peor. No ha sido necesaria la intervención ni de los Mossos d'Esquadra ni de la Guardia Urbana.


Con anterioridad se produjo un incendio, del que se ignora si ha sido o no intencionado, que quemó una habitación del piso donde viven los cuatro detenidos por la muerte anoche del joven senegalés. El inmueble donde ha ocurrido el incendio está situado en el número 4 de la calle de Palerm de Barcelona, justo enfrente de donde este martes un joven de etnia gitana supuestamente disparó mortalmente contra el joven senegalés.


El incendio, que ha podido ser controlado rápidamente por los Bomberos de Barcelona, no ha provocado heridos.


La ONG SOS Racismo ha condenado el asesinato del joven senegalés Ibrahima Dyie y ha apelado a la responsabilidad "en estos momentos de dolor y rabia" para "no abrir paso a más odio racista".


Precisamente, asociaciones gitanas y de senegaleses afincados en Cataluña tratan de acabar con la tensión generada y han convocado para mañana una rueda de prensa conjunta.


Tanto el Departamento de Interior como el Ayuntamiento de Barcelona han descartado el móvil racista del crimen.


La Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña ha mostrado su solidaridad y condolencia con la familia y amigos del joven senegalés, mientras que el vicepresidente de la Asociación de Senegaleses de Cataluña, Mbaie Gaye, ha llamado a la calma y ha calificado el suceso de "hecho puntual" sin indicios racistas.


El director del Centro Unesco de Cataluña, Miquel Àngel Essomba, considera que el problema de convivencia del barrio del Besòs se debe a "una falta estructural de tejido asociativo, combinado con un relevo demográfico sin mediación" y una falta de inversión de las administraciones.


Essomba, que vivió y trabajó durante tres años como educador en el Casal de Infants El Vaixell del barrio del Besòs, ha explicado que este barrio limítrofe con Sant Adrià de Besòs padece un "gran déficit de tejido asociativo capaz de articular propuestas de relación y de convivencia".


Por la mañana, una treintena de subsaharianos ya protestaron en calma tensa contra la muerte del senegalés.


Los Mossos han detenido a cuatro personas, todos ellos vecinos del barrio del Besòs y de etnia gitana que acumulan más de sesenta antecedentes policiales por tráfico de droga y robos con violencia, según ha desvelado en rueda de presa el comisario de la policía catalana en Barcelona, Joan Carles Molinero.


Los detenidos son un padre -que fue quien empezó a discutir con los jóvenes que estaban jugando al fútbol en la calle- y sus tres hijos, entre ellos el supuesto autor material del disparo.


Al parecer, los tres hijos salieron de su casa al ver a su padre discutir y uno de ellos disparó mortalmente a la víctima con una pistola que aún no ha podido ser localizada.


El conseller de Interior, Felip Puig, ha afirmado este miércoles que el crimen, que noche desató una gran tensión y algunos incidentes, es un "hecho asilado", sin connotación racista, y que no creará un "espiral de violencia" interétnica, aunque ha abogado por una solución tanto policial como de intermediación social.


Puig ha evitado comparar la situación del barrio del Besòs con la del municipio gerundense de Salt, donde la mitad de la población es inmigrante y que fue centro de conflictos interraciales.