La maniobra interna y externa le ha salido al presidente de la Comunidad y secretario general del PSOE-Aragón (ahora también responsable de Organización federal del partido), Marcelino Iglesias, más que redonda. Por lo menos hasta conocer los resultados de las urnas el 22 de mayo de 2011. El caso es que Iglesias ha resuelto la cuadratura del círculo en política, dejando en evidencia a sus detractores en el partido en Madrid (José Blanco) y en Zaragoza (Javier Lambán, con matices,) y en fuera de juego a la oposición, sin excluir a los aragonesistas, sus socios de gobierno desde 1999.

Así que la candidata socialista a la presidencia de Aragón, Eva Almunia, dejará de ser secretaria de Estado de Educación mañana viernes, para ser nombrada consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales del Ejecutivo aragonés los próximos días (el plazo oscila desde este sábado hasta el miércoles, en función de la agenda de Iglesias), en sustitución del turolense Javier Velasco, un peso pesado del socialismo regional que seguirá en el Gobierno.

Seguramente en Agricultura y Alimentación a costa de Gonzalo Arguilé (lo más probable), o en segunda opción en Universidad, Ciencia y Tecnología en lugar de Pilar Ventura (que sería lo lógico por los resultados de la gestión y por lo que plantean todos los dirigentes del partido, salvo Iglesias por eso de que llevaría seis consejeros en esta área desde 2003). No está cerrado, pero en esta medida Iglesias se juega cierto prestigio, a juicio de buena parte de dirigentes zaragozanos y de cargos públicos del partido.

Por concretar, el nombramiento de Eva Almunia como consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales de la DGA tiene mucha más relevancia de lo que parece a simple vista.

No solo vuelve al Ejecutivo que le dio proyección en el partido y en la política nacional. Las obligaciones de Marcelino Iglesias como secretario federal de Organización del PSOE tendrán como primera consecuencia que delegue en una "persona de confianza" casi todas las funciones de representación institucional, a todos los niveles incluido el parlamentario. Eso quiere decir que Eva almunia adquirirá a efectos públicos un gran protagonismo en todo el territorio aragonés, y que incluso represente a Iglesias a la hora de responder en las Cortes a las preguntas de la oposición. En definitiva, será la presidenta 'in pectore'.

No hay mejor campaña de promoción para una candidata a la presidencia que estar constantemente en los medios de comunicación a siete meses de unas elecciones. Algo que no ha sentado nada bien al líder del PAR, José Ángel Bel, que de momento ha descartado un pacto con Iglesias para que los cambios en la DGA sean más profundos que la llegada de Almunia. Es decir, que PSOE y PAR decidan reducir Departamentos, uniendo, por ejemplo Universidad con Educación, Ciencia con Industria, Agricultura con Medio Ambiente o Política Territorial con Presidencia. Salvo que hoy o mañana nos sorprendan los dos partidos.

Así que de momento las mudanzas afectan a Eva Almunia y a Javier Velasco, que cambian de cargos. Y a la espera de irse a casa o seguir están Gonzalo Argüiré o Pilar Ventura. El PAR, por ahora, sigue en silencio.