INMIGRACIÓN ILEGAL

España y Francia ampliarán su colaboración policial a la lucha contra el tráfico de seres humanos

España y Francia extenderán sus equipos conjuntos policiales, que ya funcionan en la lucha contra ETA y el narcotráfico, a la lucha contra las mafias que trafican con seres humanos, han informado fuentes gubernamentales.


Con motivo de la visita de Estado del presidente Nicolas Sarkozy a España el lunes próximo, que irá seguida de una cumbre bilateral entre los dos Gobiernos un día después, ambos países harán pública su determinación para extender aún más la colaboración existente a otros ámbitos que afecten a la seguridad nacional de ambos países, donde se incluye a las mafias de la inmigración ilegal y las redes que trafican con personas con fines sexuales.


Sarkozy firmará con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, una declaración sobre seguridad interior en la que plasmarán su compromiso para extender la cooperación contra el terrorismo al conjunto de la seguridad interior con una serie de medidas concretas.


También pondrán en marcha un Comité de planificación y coordinación estratégica sobre seguridad interior que se reunirá semestralmente bajo la presidencia del director general de la Policía y la Guardia Civil y su homólogo francés. Su misión será la de dirigir y coordinar a los equipos de investigación conjuntos ya existentes entre las fuerzas de seguridad de ambos países.


España y Francia darán así, según las fuentes, un "salto cualitativo" en su cooperación policial. Muestra de la importancia que se le quiere dar a este hecho durante la cumbre será la incorporación de los ministros de Interior de ambos países en la última parte de la reunión bilateral que celebrarán Zapatero y Sarkozy el martes en La Moncloa. 


Un éxito desde 2004 


La historia de estos equipos conjuntos de investigación, que se suelen centrar en la persecución de un delito concreto, nace en septiembre de 2004 en una reunión entre jueces, fiscales y policías españoles y franceses en la sede del Ministerio de Justicia en Madrid.


Ahí iniciaron los trabajos para crear un equipo dedicado a la detención de etarras implicados en atentados en ese verano y el anterior, algunos de los cuales residían clandestinamente en Francia, y con el fin de evitar una campaña de ataques similar en un futuro.


Esta primera experiencia, que permitió que 12 policías de ambos dos países pudieran actuar con toda legalidad en los dos lados de la frontera, sin necesidad de un permiso judicial específico, se repitió posteriormente y ha llegado a ampliarse a otros campos, como la lucha contra el terrorismo islamista y el tráfico de drogas.


La experiencia de los equipos conjuntos con Francia ha sido tan exitosa que España ha repetido esta fórmula con Portugal, dirigida también a la lucha contra ETA.