SENTENCIA

El Supremo absuelve a los guardias civiles condenados por torturar a dos etarras

La Audiencia de Guipúzcoa decretó cárcel e inhabilitación absoluta para cuatro agentes por maltratar a los autores del atentado de la T-4.

El Tribunal Supremo ha absuelto a los cuatro guardias civiles que fueron condenados por torturar a los miembros de la banda terrorista ETA Igor Portu y Martin Sarasola cuando fueron detenidos en la localidad guipuzcoana de Arrasate el 6 de enero de 2008.


La Sala, formada por el presidente de lo Penal Juan Saavedra y los magistrados Andrés Martínez Arrieta, Julián Sánchez Melgar, Juan Ramón Berdugo y José Ramón Soriano, han acordado exculpar a los cuatro de los quince agentes juzgados por malos tratos, que fueron condenados a penas de entre dos y cuatro años y medio de prisión.


Así lo ha decidido el alto tribunal en una sentencia de la que ha sido ponente el magistrado José Ramón Soriano, tras deliberar el pasado 20 de octubre a puerta cerrada sobre los recursos de casación interpuestos tanto por el Ministerio Fiscal como por los cuatro agentes condenados y por los propios Portu y Sarasola, quienes fueron condenados en mayo del pasado año a 1.040 años de cárcel por el atentado contra la T-4 de Barajas en el que murieron dos ciudadanos

ecuatorianos.


La Audiencia Provincial de Guipúzcoa condenó el pasado 30 de diciembre por torturas graves y lesiones a los agentes y les impuso 8 años de inhabilitación absoluta, mientras que absolvió a los otros once guardias civiles de los cargos que se les imputaban.


La sentencia fijó una pena de cuatro años y medio de prisión para el sargento J.C.G., responsable del dispositivo policial, por delitos de "torturas graves y lesiones", y le castigó además con 8 años de inhabilitación absoluta y una pena de ocho días de localización permanente.


Asimismo, impuso dos años y medio de cárcel para el guardia civil J.E.M, y dos años para los guardias S.G.A.M. y S.M.T., a los que condenó también a ocho días de localización permanente. La resolución incluía una indemnización de 18.000 euros para Igor Portu y otra de 6.000 euros para Sarasola por el "daño físico y psíquico causado".


La Audiencia guipuzcoana consideró probado que estos agentes insultaron, amenazaron de muerte y golpearon a los miembros liberados del comando 'Elurra' de ETA en el proceso de su detención y en los diferentes traslados.