CORRUPCIÓN EN BALEARES

La sombra de Jaume Matas planea sobre Rajoy

Ceño fruncido, hombros alzados o sonrisa forzada. Mariano Rajoy responde con algunos de estos gestos cuando es preguntado por Jaume Matas, ex presidente autonómico de Baleares de 1996 a 1999 y de 2003 a 2007, y máximo dirigente del PP en las islas.


El pasado y el futuro de Matas no se han convertido en una amenaza para el futuro del líder popular, pero sí nubla un presente que tenía muy bien encauzado, según apuntan todos los sondeos electorales publicados este año.


El PP acelera el paso con el que huye de Matas conforme se van conociendo más detalles de las imputaciones contra el que también fuera ministro de Medio Ambiente con José María Aznar entre 2000 y 2003. La Fiscalía Anticorrupción considera que es responsable de los presuntos delitos de malversación de caudales, blanqueo de capitales, prevaricación y fraude a la Administración en relación con el caso 'Palma Arena', que investiga supuestas irregularidades en la construcción del velódromo de la capital mallorquina. El fiscal ha solicitado al juez que imponga al acusado, como principal medida cautelar, prisión eludible bajo una fianza de tres millones de euros. Esta medida cautelar, de confirmarla el magistrado, sería la caución más elevada que se ha exigido a un político en España.


Rajoy no se siente cómodo con los dimes y diretes del que fuera su compañero con el que dice que "hace años" que no mantiene contacto alguno. Fuentes de la dirección nacional recuerdan que Matas jamás ofreció ninguna explicación sobre las sospechas que pesaban sobre él, aunque hasta noviembre de 2009 no se concretó la primera imputación. Rajoy tampoco entendió muy bien en su momento la decisión del ex ministro de irse a vivir a Estados Unidos en 2007, tras ser el candidato balear más votado en los comicios autonómicos, aunque no pudo formar gobierno a causa del pacto PSOE-Unió Mallorquina.


El presidente del PP, en cualquier caso, llega al punto culminante de la polémica sobre Matas con parte de los deberes hechos. Forzó que la renovación en el PP de Baleares se consumara antes del 23 de marzo, fecha de la primera comparecencia judicial de Matas. José Ramón Bauzá, sin vínculos con el equipo anterior, cogió las riendas de la formación el 3 de marzo, tras someterse, por primera vez en la historia de la organización, a una elección internar por el sistema de voto en urna.Expulsión

Bauzá, que ha relevado a todos los colaboradores de su antecesor, deberá decidir si expulsa del PP al que fuera su máximo dirigente en las islas. Matas, además de militante de base, es miembro nato de la dirección regional, debido a su condición de ex presidente. Bauzá sigue al pie de la letra la máxima de Rajoy: "Quien la hace, la paga; pero quien no la hace, no debe pagarla".


Por ello esperará hasta el lunes para valorar el calibre de las medidas cautelares que adopte el juez instructor del caso 'Palma Arena', quien por ahora ya ha retirado el pasaporte a Matas. Todo indica que el ex ministro popular será expulsado de las filas populares y acumulará otra dudosa primicia, la del primer ex ministro y ex presidente autonómico desterrado de su partido.


Rajoy se ha pertrechado lo mejor posible para campear el temporal, pero no puede hacer desaparecer de un plumazo la buena relación que tuvo en el pasado con Matas. El presidente del PP dijo en 1996: "Matas es un brillante defensor de los intereses en las Islas Baleares". En 2003, con la efusividad típica de cualquier mitin, indicó: "Matas tiene personalidad, coraje, determinación y valentía". "Vamos a intentar hacer en España lo que Jaume y todos vosotros hicisteis en Baleares", dijo Rajoy en pleno fervor mitinero el 27 de noviembre de 2004. Seguro que no se refería a las presuntas fechorías que se han descubierto después.


Este 'calor' de compañero brilló por su ausencia el pasado martes. El ex mandatario del PP balear caminó en soledad hacia los juzgados, acompañado sólo por su esposa, su abogado y una legión de periodistas. Nadie del partido. Una imagen que contrastó con la de otros imputados del PP, como el presidente valenciano, Francisco Camps, quien acudió a declarar por el caso de los trajes regalados por la trama Gürtel acompañado por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá y la plana mayor de la dirección de los populares de la comunidad. Rajoy, además, mantiene su apuesta por Camps, y no se plantea variarlas salvo que el resto del sumario de la red de corrupción -que se podría levantar el 5 de abril- desvelase nuevas acusaciones contra el presidente de la Generalitat valenciana.