El chófer de un cargo de la Junta dice que gastaban las ayudas en cocaína

El exdirector general de Empleo de la Junta Francisco Javier Guerrero está imputado en el caso de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) fraudulentos.

El chófer del exdirector general de Empleo de la Junta Francisco Javier Guerrero, imputado en el caso de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) fraudulentos, ha dicho a la Policía que parte de los 900.000 euros que cobró los destinó a comprar cocaína para su jefe y a "ir de fiestas y copas".


En el texto de su declaración, Juan Francisco T. B. manifiesta que en 2004 recibió dos subvenciones de 450.000 euros cada una para dos proyectos de su propiedad, denominados Iniciativas Turísticas Sierra Morena y Lógica Estratégica Empresarial S.L., la primera destinada a crear una empresa de muebles y la segunda para un negocio de casas rurales en la sierra de Andújar.


Con el dinero de la primera se compró un terreno en la sierra destinado a casas rurales, y con el segundo un piso en la calle San Luis de Sevilla que iba a ser destinado a sede de la empresa.


El chófer declaró ante la Policía en Andújar (Jaén) y aseguró que parte del dinero se lo dio en mano a su jefe y también, a solicitud suya, le compró "varios efectos como material de telefonía, artículos de música, antigüedades y ropa".


"La mayor parte del dinero lo dedicó a comprar cocaína para su jefe y para él" y para "otros gastos como ir de fiestas y de copas", afirma en su declaración.


El chófer explicó a la Policía que desde el año 1989 era personal laboral fijo de la Junta como conductor de altos cargos y en 2002 empezó a hacerlo con Guerrero, con el que llegó a entablar una relación de amistad."Nombres para conceder subvenciones"

Una tarde, en un local de copas "al que era muy aficionado Guerrero" y al que él mismo llegó a aficionarse, el ex director general le comentó "la potestad que tenía como director general para conceder subvenciones indiscriminadamente y sin necesidad de justificar nada".


Guerrero le pidió que le diera unos nombres "para concederle unas subvenciones" o bien que él mismo creara unas empresas para podérselas conceder a él", por lo que el chófer creó entonces las dos compañías citadas.


Los documentos que preparó según esas directrices consistieron "en un par de folios en cada uno de los expedientes, que teóricamente contenían un plan de viabilidad del negocio", y poco después, entre unos meses y un año después, le ingresaron el dinero de ambas subvenciones, sin que la Junta le exigiera ningún tipo de justificante de haber presentado la solicitud.


El chófer también entregó a la Policía una pistola que, según declaró, le dio un guardia civil hace cuatro o cinco años y le dijo que estaba inutilizada.


El conductor declaró voluntariamente ante la Policía, a raíz de una entrada y registro en su domicilio, y fue imputado de presuntos delitos de fraude en subvenciones.


Francisco Javier Guerrero es el principal imputado en la investigación de la juez de instrucción 6 de Sevilla por los ERE fraudulentos y otras subvenciones de la Junta, que hasta el momento acumulan más de un centenar de ayudas irregulares.