Buena parte de España permaneció ayer bajo el radio de acción de una borrasca muy amplia, centrada al sur de Irlanda, que provocó fuertes vientos de más de 100 kilómetros por hora en la zona cantábrica y también algunos frentes de lluvia, con aire bastante frío que entra del Atlántico.

Así lo informó el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Ángel Rivera, quien señaló que el temporal seguirá hoy, sobre todo el viento, aunque las precipitaciones tenderán a disminuir, menos en el norte, donde seguirán siendo bastante abundantes.

En las zonas costeras hay incluso aviso rojo por temporal fuerte en la mar, que estará arbolada y bastante complicada, y también vientos fuertes en toda la zona cantábrica y en zonas montañosas.

El temporal causó numerosos altercados en el país. Varios vuelos fueron cancelados o desviados, aunque los daños personales fueron reducidos. En Cantabria, el viento de hasta 112 km/h fue la causa de la mayoría de las incidencias, que causaron dos heridos leves en Santander: uno cuando por la mañana un peatón fue golpeado tras la caída de un contenedor, y el otro casi al mismo tiempo, al tropezar una persona con un andamio que se había caído al suelo, motivo por el que se hirió en un hombro y fue trasladado por el 061 al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.

Mientras, la flota pesquera asturiana permaneció amarrada a puerto ante la previsión de que el fuerte temporal de agua y lluvia pudiera provocar olas de hasta 9,7 metros de altura. En Santiago de Compostela, la Dirección General de Emergencias e Interior de la Xunta elevó a nivel rojo la alerta por el temporal, advertencia que el Gobierno vasco ha declarado para hoy ante la previsión de olas superiores a los ocho metros.

El tiempo no se estabilizará hasta mañana, cuando desaparecerán las lluvias. Será el jueves cuando comenzará un periodo de tiempo todavía anticiclónico, casi sin viento y sin precipitaciones.