El Pacto Educativo pospuesto para que los grupos solucionen sus dicrepancias

El Partido Popular defiende la aprobación con mayoría de dos tercios, algo que Podemos ve como un intento de tener "derecho de veto".

La subcomisión del Congreso encargada de diseñar el Pacto Educativo ha decidido darse una semana de margen para que los grupos solucionen las primeras discrepancias surgidas sobre la metodología para ir aprobando medidas: mientras el PP plantea un acuerdo mínimo de dos tercios, lo que supondría que todos los puntos deban contar con su aprobación, Unidos Podemos aboga por rebajar el listón mínimo a la mayoría absoluta, lo que ampliaría el margen de maniobra de la oposición, o bien exigir unanimidad.

En la primera reunión de este órgano tras el parón navideño, que ha durado unas tres horas, los miembros de la subcomisión se han centrado en consensuar la metodología con la que llevarán a cabo los próximos encuentros. Según ha explicado a Europa Press la presidenta de la subcomisión, la diputada 'popular' Teófila Martínez, se ha acordado que todos los partidos acudan a las reuniones con sus medidas definidas para, luego, ser debatidas entre todos.

Tiempo para preparar las medidas

Esta decisión ha llevado a la presidenta, según ha señalado, a no "usar" la convocatoria solicitada para este miércoles. El objetivo, según ha indicado, es darse una semana de margen para que las formaciones puedan preparar los documentos para las próximas reuniones.

Sin embargo, el portavoz de Educación de Unidos Podemos, ha señalado que lo que ha llevado a la cancelación de la próxima reunión son las discrepancias en materia de votación y la intención de que los grupos puedan hablar entre ellos para "desencallar" esta situación que, según advierte, puede terminar con un pacto "muy condicionado a lo que quiere el PP".

Sánchez ha explicado que el PP ha defendido la mayoría por dos tercios (el equivalente a sumar 233 diputados) avisando de que "no se va a mover de esta propuesta" porque quiere "un consenso amplio". Pero el diputado morado ve en esta decisión una estrategia de los 'populares' para tener poder de veto, porque "ni siquiera un acuerdo de todos los partidos de la oposición" podría salir adelante sin el Grupo Popular.

Ciudadanos también prefiere dos tercios

Ciudadanos también prefiere la idea de la mayoría de dos tercios ya que sabe que PP y PSOE ya no tienen votos suficientes para ir aprobando medidas solos y necesitarán el respaldo de un tercer partido, un papel determinante que los 'naranjas' reclaman para si mismos. La portavoz de Educación de Ciudadanos, Marta Martín, ha apuntado que ellos plantean los dos tercios como "una mayoría amplia que permite hablar de pacto y que también permite cierta flexibilidad en los acuerdos".

Martín y la portavoz del PSOE en esta materia, Luz Martínez Seijo, han explicado a Europa Press que el debate sobre el sistema de votación ya se había cerrado en reuniones anteriores y que se había acordado la mayoría de dos tercios entre todos los grupos. Sin embargo, y sin que estuviera en el orden del día, Unidos Podemos ha reabierto este martes el tema.

Durante la reunión, los de Pablo Iglesias han planteado dos alternativas a los dos tercios: la mayoría absoluta y la unanimidad. Esta última, según ha apuntado el portavoz morado de Educación, se practicó durante el Pacto contra la Violencia de Género, y permitió que en el texto se incluyeran todas las medidas pactadas por todos los grupos, mientras que aquellas que no conseguían la totalidad de los apoyos, pero sí una mayoría, se presentaban como votos particulares y al final pueden incorporarse al pacto al aprobarse en el Pleno.

Por su parte, "la mayoría absoluta permite varias alternativas de acuerdo, como pueden ser PP, PSOE y Ciudadanos o PSOE, Ciudadanos y Podemos, o estos partidos con otros grupos más pequeños", ha defendido Javier Sánchez.

El PSOE plantea una posición "intermedia"

Sin embargo, para el PSOE estas dos opciones tampoco son válidas. La mayoría absoluta no le parece suficiente para un pacto de estas características "que busca perdurar en el tiempo", y la unanimidad no lo ve "realista". Por ello, según ha apuntado Martínez Seijo, se decantan por un "sistema intermedio" como es la mayoría por tres quintos (210 diputados en el Congreso) y que, a su juicio, es una forma de "dar cabida a un mayor número de sensibilidades".

"Las posiciones van a ser plurales y se puede jugar con ello. Tres quintos permitirán conseguir un consenso amplio sin que ningún partido tenga veto", ha concluido.

Bajar a 210 diputados tendría otra consecuencia, y es que si el PP y el PSOE acordaran una medida, ya no necesitarían ni a Ciudadanos ni a Podemos para sacarla adelante.

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