¿Qué puede ofrecer un pueblo de 100 habitantes a un joven urbanita?

Soria organiza la primera feria de repoblación de España, que el año que viene tendrá lugar en Aragón. Los nuevos 'repobladores' aragoneses echan en falta mayor facilidad para crear sus negocios.

Como Presura se conoce un mecanismo de repoblación que tuvo lugar en la Edad Media en el Alto Aragón. Consistía en la cesión con cierta autonomía de tierras despobladas o recién adquiridas durante la Reconquista. Los nuevos colonos se asentaban y hacían suyas esas tierras gracias a algunas facilidades dadas por la Corona. Y ese es el término que en pleno siglo XXI ha recuperado la Primera Feria Nacional para la Repoblación de la España Vacía con el fin de intentar atajar un problema muy presente en nuestros tiempos.

El espacio de emprendimiento y ferias de El Hueco, en Soria, acogerá esta primera feria centrada exclusivamente en la despoblación los próximos días 10, 11 y 12 de noviembre. La idea, llevada a cabo por el propio espacio con la colaboración de asociaciones e instituciones sorianas y aragonesas, es tan sencilla como práctica: realizar la típica feria de empleo en la que se pone en contacto a empresas y organizaciones con posibles interesados, pero centrada en las zonas más despobladas del país.

Teruel, Soria, Cuenca, junto con algunas comarcas de Huesca, Zaragoza y Guadalajara, forman el triángulo conocido como 'Laponia Española' por su baja densidad de población y, sobre todo, por la pérdida de población que han sufrido en los últimos 50 años. Para hacerse una idea, solo Teruel, que en la actualidad cuenta con 135.000 habitantes, ha perdido más de 100.000 en medio siglo fruto de la emigración y la falta de relevo generacional.

El año que viene esta feria tendrá lugar en Aragón

“Queremos hacer una feria que realmente sirva para encontrar soluciones. Que sea un reclamo para personas que quieran dar un cambio en su vida y emprender un proyecto en un pueblo o que se vean atraídos por la posibilidad de trabajar en él”, explica Roberto Ortega, responsable de comunicación de Presura, que avanza a Heraldo.es que el año que viene hay ya un compromiso para que se celebre en un municipio aragonés. “La vocación es que sea una feria nacional, y por lo tanto queremos que sea itinerante edición tras edición”, señala.

Para esta primera edición, Presura contará con los testimonios y la presencia de varios ejemplos aragoneses que han conseguido revertir el problema de la despoblación. Entre ellos, el empresario Ricardo Lop, pionero del comercio electrónico de España desde el pueblo de Castelserás, que hoy en día es uno de los municipios con más e-commerce por habitante del país, la iniciativa 'Apadrina un Olivo' de Oliete, centrada en la recuperación y explotación de olivares abandonados para producir aceite sostenible, la conferencia del profesor de la Universidad de Zaragoza Luis Antonio Sáez, director de la Cátedra sobre Despoblación y Creatividad de la UZ y la Diputación de Zaragoza o la presencia del consejero de Vertebración y Territorio, José Luis Soro.

Las oportunidades que puede ofrecer un pueblo

Aunque el problema de la despoblación ha seguido enquistado sin que ninguna política hasta ahora pueda darle la vuelta, la tesis que maneja Presura y sus participantes es clara: ver el mundo rural como un sitio más en el que se puedan dar oportunidades laborales, a lo que se podría añadir una serie de facilidades burocráticas y fiscales para promoverlas.

Sus argumentos basculan entre las oportunidades para emprender que se pueden dar en los pueblos y la seguridad que para algunos tipos de negocios aportan. Según los datos que maneja el Instituto Aragonés de Fomento, el 90% de las iniciativas rurales siguen en funcionamiento cinco años después mientras que en el entorno urbano el porcentaje de consolidación es mucho menor, del 65%.

Lo que es emprender con éxito en el medio rural lo conoce bien María Ortuña. Esta treintañera zaragozana abrió en 2013 la granja-escuela El Tío Carrascón, en Cerveruela, en el Campo de Daroca, una localidad que en los años 90 estuvo a punto de desaparecer cuando solo quedaban dos vecinos en sus calles.

“En mi caso, siempre tuve claro que quería volver al pueblo, así que cuando vi la oportunidad no me lo pensé”, señala Ortuña, que tras empezar sola ahora trabaja con sus dos hermanas. Cerveruela en este tiempo, gracias a estas hermanas y otros nuevos pobladores, ha conseguido recuperar su censo hasta la veintena de personas.

En su opinión, “vivir en un pueblo de poco más de 10 habitantes es algo que entiendo que pueda ser difícil para mucha gente. Pero también depende de en qué zona estés. Nosotros tenemos la suerte de estar a solo 40 minutos de Zaragoza, que nos ayuda tanto para la llegada de familias y colegios como por si nosotros nos queremos ir a pasar la tarde o necesitar solventar algún recado en la ciudad”, comenta.

Y es que, como desliza Ortuña, emprender en un pueblo también está cargado de dificultades. Ella asegura que echó en falta mayores facilidades burocráticas para poner en marcha su proyecto. A esto se suma también un matiz importante que dejan ver las estadísticas de la Agencia Tributaria: en los pueblos pequeños los sueldos son más bajos, en concreto en Aragón pasan de 20.000 euros de media al año en los municipios más grandes a 12.000 en los de menos de 500 habitantes.

Pese a esto, la creatividad y las sinergias que se forman en los pueblos más pequeños también son un punto a su favor, según han llegado a señalar incluso estudios como el que el año pasado realizó la Universidad de Zaragoza y que concluyó que en los municipios pequeños había mayor facilidad para crear redes creativas de sectores pequeños pero concretos. “En municipios más pequeños puede ser más factible que se creen lazos de colaboración y coordinación entre diversas empresas”, señalaba a Heraldo.es Ana Isabel Escalona, profesora del Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio y miembro del Instituto de Investigación en Ciencias Ambientales (IUCA) y autora de este estudio de la UZ que fue publicado en la revista 'Journal of Rural Studies'.

Internet y facilitar los trámites, fundamental

En esta lucha continua contra la despoblación la DGA aprobó hace unas semanas la Directriz de Política Demográfica y contra la Despoblación que, con rango de decreto y por tanto de obligado cumplimiento, incluye 380 acciones destinadas a garantizar el acceso universal a internet; disponer de escuelas infantiles y comedores escolares; mejorar la atención a las personas mayores en el medio rural, o buscar alternativas para que los empleados públicos fijen su residencia en los municipios en los que trabajan. También incluye mejorar la fiscalidad de las empresas ubicadas en el medio rural; establecer ayudas al emprendimiento en las pequeñas poblaciones, en particular por parte de mujeres, e impulsar la sensibilización sobre el mundo rural con la finalidad de disminuir la brecha entre lo rural y lo urbano.

Unas medidas que han tomado como referencia parte de las políticas aplicadas en las Tierras Altas de Escocia, una de las zonas más despobladas de Europa y que visitaron este año técnicos aragoneses. Allí, tras mantener una política continua durante 20 años, han conseguido comenzar a revertir el problema de la despoblación.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión