Un testigo dice que Morate preguntó por procesos de extradición y prescripción de delitos antes de los asesinatos

En la Audiencia Provincial de Cuenca se juzga a Sergio Morate por los presuntos asesinatos de su expareja, Marina Okarynska, y de su amiga Laura del Hoyo.

Sergio Morate Garcés, en la Audiencia Provincial de Cuenca.
Morate se acoge a su derecho a no declarar en el juicio que dirimirá si asesinó a su exnovia y a una amiga
Efe

Eliseo S., el cuarto testigo de este martes en pasar por la sala de vistas de la Audiencia Provincial de Cuenca donde se juzga a Sergio Morate por doble asesinato, ha declarado que la noche anterior a producirse los asesinatos se encontró a un grupo de amigos en Palomera, entre ellos Morate, con quienes mantuvo una conversación.

En la charla que mantenían, hablaron de temas como la violencia de género. Además, Eliseo S., que es licenciado en Derecho, ha revelado que Morate se interesó en la noche antes de los asesinatos sobre aspectos como los procesos de extradición y de prescripción de delitos.

En todo caso, ha dejado claro que se trataba de una conversación entre cuatro amigos, donde él "se interesó un poco más en esos temas". Tras esa conversación, ha manifestado que fueron a dar una vuelta en uno de los coches de Morate por los caminos aledaños al pueblo, algo que era habitual.

Eliseo S., quien tenía una amistad desde pequeño con Morate por veranear ambos en la localidad de Palomera --donde aparecieron los cuerpos--, ha dicho que tanto él como el acusado conocían bien todos los parajes cercanos al pueblo.

Ha corroborado además que vio a Morate en la tarde en la que supuestamente se produjeron los asesinatos, sobre las 21.00. "Fueron 10 segundos de conversación, dijo que se iba a casa, que se encontraba mal", ha manifestado, asegurando que posteriormente le vieron en la puerta de su casa.

Otros testigos

Por la sala de vistas también ha pasado Raúl T., conocido de Morate, que ha indicado que, si bien no eran íntimos amigos, se conocían desde hacía unos tres años. En su testimonio, ha recordado que prestó a Morate un Seat Ibiza de color rojo, propiedad de su mujer, y no era la primera ocasión que se lo dejaba como préstamo.

El mismo día 6 de agosto, día de los hechos que se juzgan, Morate le pidió de nuevo que le prestara el coche "sin dar muchas más explicaciones". Tras dejárselo, al día siguiente, cuando fue conocedor de la desaparición de Morate y de las dos chicas, fue a poner en conocimiento a las autoridades que había dejado el vehículo al acusado. El coche, según ha dicho, apareció por la mañana del día 7 estacionado en un lugar distinto. Además, ha insistido en que el único juego de llaves existente estaban en poder de Morate.

También ha relatado cómo, el mismo día 6, tuvo un encuentro con él tras reiteradas llamadas para intercambiarse en la Estación de Servicio El Área un navegador GPS tal y como habían acordado, aseverando que en ese momento la actitud de Morate no le resultó extraña.

Según su reconstrucción de los hechos, aquella noche encontró a Morate nervioso e incurriendo en contradicciones, algo que no era normal. Tal y como ha reconocido, además del GPS, habían acordado que Morate le entregara como regalo una bolsa de marihuana. En ese intercambio, comprobó que en el maletero de su vehículo no portaba nada más.

El hermano de Raúl T., Sergio T., propietario de un establecimiento de equipos de música para vehículos, ha explicado que su relación con Morate no iba más allá de negocios, ya que él le actualizaba navegadores GPS.

La última ocasión en la que se encontró con él, según su testimonio, le comentó que tenía pensado coger "vacaciones". Ha dicho además que insistía en devolverle el GPS esa misma tarde por su intención de dejar Cuenca.

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