La Fiscalía ordena investigar si los incendios de Galicia fueron un ataque coordinado

La Xunta y el Principado dan por controlados los cuarenta focos que todavía arden en las dos comunidades.

Incendios forestales en Galicia
Incendios forestales en Galicia
Efe/Agencias

La Fiscalía todavía no habla de «terrorismo incendiario», pero casi. El Ministerio Público sospecha -como la Guardia Civil y las autoridades autonómicas de la Xunta, el Principado y el Gobierno central- que los más de 200 incendios que se declararon entre el sábado y el domingo en Galicia y los 95 desatados los mismos días en Asturias no fueron, ni mucho menos, casuales.

La Fiscalía Superior de Galicia ha dado este miércoles el primer paso para intentar aclarar si la devastación del noroeste de la península fue fruto de una acción coordinada. El fiscal superior de esta comunidad, Fernando Suanzes, ha ordenado que se abran unas diligencias para esclarecer si hay conexión entre los fuegos que se declararon Galicia entre el 8 y el 15 de octubre, poniendo especial atención en la cadena de incendios del pasado sábado y domingo, cuando en solo unas horas aparecieron más de un centenar de focos en el sur de la comunidad. Suanzes recuerda que los incendios provocaron «cuatro muertes, miles de afectados, riesgo de propagación en zonas urbanas con peligro real para personas y bienes, evacuaciones, así como extensas superficies quemadas en las cuatro provincias gallegas, especialmente las de Pontevedra, Orense y Lugo, con grave afección a zonas de alto valor ecológico».

Las instrucciones de la Fiscalía pasan por una doble investigación. Por un lado alentar las indagaciones propias que tramiten los diversos juzgados de instrucción sobre los incendios en sus demarcaciones y los supuestos responsables, pero sin perder de vista una visión de conjunto. Las órdenes son claras: hay que investigar si «los numerosos incendios originados obedecen a una iniciativa criminal compleja de grupos con intencionalidad que persiguen objetivos supraindividuales».

El Ministerio Público no oculta sus sospechas. La forma en que los incendios se produjeron, los métodos utilizados, los espacios afectados y la simultaneidad en periodos temporales «hacen pensar en la posibilidad de una actuación criminal más allá de la de simples autores ocasionales con perfiles criminológicos conocidos».

Ya en el verano de 2006, tras otra avalancha de incendios, la Fiscalía puso en marcha una investigación similar en Galicia para conocer si aquellos fuegos fruto de una acción coordinada. Aquellas pesquisas no condujeron a ninguna conclusión.

¿Fortuito?

Por el momento, solo hay un detenido y, según la Guardia Civil, no parece ni un pirómano ni un miembro de ninguna organización, sino más bien un incauto. Se trata de, M.A.M.N, de 55 años de edad, vecino de Vigo (Pontevedra), que el domingo inició un incendio en una finca de su familia, situada en el paraje Barrucadas en Os Blancos, término municipal de Xinzo de Limia (Orense), donde resultó afectada una hectárea de monte arbolado. El fuego estuvo a escasos 300 metros de un núcleo urbano y a 200 de una granja.

Según informaron fuentes del Ministerio del Interior, el peso de las investigaciones sobre la autoría de los incendios tanto en Galicia como Asturias lo va a llevar el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. El instituto armado ya ha enviado a las zonas más afectadas a especialistas en la investigación de incendios forestales de la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (UCOMA). A pesar de los refuerzos, los investigadores no son nada optimistas. La misma lluvia que a partir del lunes ha ayudado a extinguir la mayoría de incendios lleva tres días destruyendo las posibles pruebas que los incendiarios hubieran dejado en los montes. Los expertos ya avanzan que con esta climatología va a ser «prácticamente imposible» encontrar restos de «posibles precursores» como gasolina u otros combustibles.

De manera paralela al inicio de las investigaciones, todavía cientos de personas trabajan en los focos todavía activos. La Xunta y el Principado, por primera vez desde el inicio de las oleadas de fuego, dieron por controlados todos los focos. Durante la mañana, se dio por estabilizado el único incendio que quedaba fuera de control en Galicia, en la localidad orensana de A Gudiña. A media tarde, en Galicia, aun quedaban activos 39 focos, aunque todos acotados y en vías de extinción en cuestión de horas. La situación en Asturias también mejoró mucho, aun así los especialistas todavía lucharon por apagar siete focos en cuatro concejos diferentes, todos ellos controlados.

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