Un subinspector del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, Blas Gámez Ortiz de 51 años, murió este martes en Valencia al ser acuchillado por un individuo que fue abatido a tiros en el portal de un edificio de la calle Sueca. Los hechos están relacionados con las investigaciones que lleva a cabo la Policía Nacional tras el hallazgo de una maleta que contenía parte del cadáver de un hombre. La primera víctima fue acuchillada y posteriormente descuartizada en una vivienda de la capital del Turia.

Sus restos humanos fueron localizados por la policía la madrugada de este martes dentro de una maleta que el asesino abandonó junto a unos contenedores de basura en la avenida de Peris y Valero. Tras una rápida investigación, los agentes del Grupo de Homicidios localizaron un domicilio en el barrio de Ruzafa, concretamente en el número 77 de la calle Sueca, donde residía un sospechoso que podría estar relacionado con el crimen y el descuartizamiento del cadáver. Un vecino había visto la noche anterior cómo un individuo arrastraba una pesada maleta, por lo que la policía trataba de identificar a ese hombre.

Sin mediar palabra

El acuchillamiento tuvo lugar sobre las 14.00 cuando dos agentes del Grupo de Homicidios entraron en el portal del edificio, donde el sospechoso les atacó por sorpresa y sin mediar palabra. La agresión se produjo cuando los policías se disponían a identificar a este hombre en el preciso instante que bajaba por las escaleras de la finca.

El subinspector Gámez Ortiz recibió varias cuchilladas en pocos segundos y apenas tuvo tiempo para reaccionar y cubrirse. Su brazo izquierdo paró alguna de las puñaladas pero no pudo impedir que el agresor le clavara el cuchillo de cocina en el tórax. El compañero del policía herido repelió la agresión con su arma reglamentaria y abatió a tiros al individuo armado, que murió instantes después.

El subinspector falleció pese a los intentos de reanimación de los sanitarios del SAMU.

La calle Sueca se llenó en pocos minutos de coches patrulla de la Policía Nacional. Un gran número de agentes acudieron al barrio de Ruzafa para auxiliar a sus compañeros.

La rápida investigación que desembocó en tragedia comenzó la noche del lunes cuando un vecino llamó al 091 para alertar de que había visto un bulto sospechoso en la acera. Uno de los policías nacionales que se desplazó al lugar abrió la maleta y descubrió el cuerpo de un varón, sin la cabeza ni las extremidades, con varias heridas de arma blanca. El tronco humano estaba dentro de una bolsa de plástico y la maleta contenía también dos prendas de ropa.

Mientras unos agentes de la Policía Nacional custodiaban los restos humanos, otros comenzaron a realizar indagaciones para buscar testigos. Unas diez patrullas policiales acudieron en pocos minutos a la avenida de Peris y Valero. Poco después llegaron los agentes del Grupo de Homicidios, que se hicieron cargo de las investigaciones, y un equipo de la Policía Científica.

Tras inspeccionar de forma minuciosa la maleta, los restos humanos y los dos contenedores, la policía informó al juez de guardia sobre las primeras diligencias de investigación que tenían previsto realizar para tratar de identificar a la víctima.

El cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valencia para que los forenses realicen el primer examen. Los policías inspeccionaron las alcantarillas y vaciaron los dos contenedores de basura para buscar los restos que faltaban del cadáver descuartizado.

Los agentes también tomaron las huellas a un hombre que habría tocado la maleta antes de que llegaran las primeras patrullas de la policía. Esta persona de nacionalidad rumana suele rebuscar en los contenedores de basura por las noches en las calles del barrio de Ruzafa. La policía descartó de inmediato su implicación.