España tendrá que acostumbrarse a "manadas de lobos" como los de Cataluña

Expertos en terrorismo coinciden en que en nuestro país no hay guetos que sirvan de caldo de cultivo yihadista.

Miembros de la Unidad de Prevención y Reacción, ayer en la calle de Alfonso I de Zaragoza.
Miembros de la Unidad de Prevención y Reacción, ayer en la calle de Alfonso I de Zaragoza.
Toni Galán

Los terroristas de Cataluña eran, más que una célula organizada, una manada de lobos solitarios unidos por un líder, y España debe prepararse para esta modalidad terrorista, según expertos consultados por EFE que coinciden en que en nuestro país no hay guetos que sirvan de caldo de cultivo yihadista.

A muchos ciudadanos les ha sorprendido que una docena de vecinos llevasen meses radicalizados y preparando atentados, sin que nadie les detectase, pero a los expertos en yihadismo no les extraña tanto porque son conscientes de su evolución: el Estado Islámico hace ahora propaganda en internet y redes sociales para captar a jóvenes de apariencia "normal".

Así lo relatan varios de ellos a EFE, incidiendo en que ahora España ha sufrido el golpe de un tipo de terrorismo como el que llevan meses padeciendo otras ciudades europeas, sin que eso signifique que haya más terroristas entre nosotros, o más peligrosos.

De hecho, este grupo se ha demostrado "nada profesionalizado", actuando "a la desesperada" y "prácticamente abocado al suicidio", según el coronel del Ejército de Tierra experto en yihadismo Pedro Baños.

El perfil de estos yihadistas es similar al de otros que han actuado en Europa: hombres jóvenes de segunda generación de marroquíes afincados en España que son vulnerables psicológicamente, en ocasiones porque "no se sienten ni de allí ni de aquí", dice Baños.

El experto añade que en Cataluña "ha entrado con mucha fuerza" la corriente del islam denominada salafista, en una modalidad excluyente que anima "a estar al margen de la sociedad", propiciando "un proceso de radicalización en la línea de lo que se está consolidando en países como Francia y Bélgica". Además, los jóvenes que se radicalizan "van aprendiendo y se van instruyendo en llevar ropa ordinaria y no mostrar radicalidad" para no ser detectados. "Habrá que tomar medidas y aprender las lecciones", opina Baños.

En la misma línea, el investigador de la George Washington University y experto del Observatorio Internacional de Estudios Sobre Terrorismo de Covite Javier Lesaca tiene claro que los yihadistas que han golpeado España por segunda vez son "una manada de lobos" como las que ya han actuado en otras capitales europeas.

Sin estructura profesional

Sostiene que en noviembre de 2016 el Estado Islámico "empezó una estrategia de comunicación para tener lobos solitarios en redes sociales, con manuales y vídeos en los que ya no se pide que viajen a Siria a formarse, sino que ataquen en sus lugares "sin necesidad de una estructura profesional detrás", como el grupo de Alcanar. "A España le pasa lo mismo que al resto de la Unión Europea, porque el mensaje es global" y "vamos a tener que aprender a convivir con esto, con las manadas de lobos solitarios" y a "asumir que no podemos vigilarlo todo", asegura el autor del libro ‘Armas de seducción masiva’.

El politólogo Álvaro Herrero de Bethencourt, investigador del mismo Observatorio, recuerda que la mayoría de estos terroristas estaban integrados en Ripoll, pero "se puede pasar de ser solo simpatizante a ser activista y cometer atentados" en poco tiempo si se recibe el mensaje adecuado en un momento de "debilidad".

El profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla) Manuel Torres destaca la figura del reclutador, "quien moviliza a esta juventud hacia un propósito concreto", pero apunta que es extraña la figura del imán de Ripoll, Abdelbaki es Satty, sobre todo "por la capacidad que tuvo para movilizar a un grupo tan extenso".

El codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria, Jesús Núñez, relata  que "la pauta de imitación es clara: individuos, en este caso chapuceros, que carecen de estructura y capacidad técnica para cometer este tipo de atentados, por lo que utilizan instrumentos a disposición de cualquiera". "No es una orden de un rincón concreto de Siria", asegura este experto, que  subraya la diferencia entre los atentados del 11-M y los de ahora.

"Asombra que doce individuos se organizaran para atentar y nadie se diera cuenta. Es un fallo en términos de prevención", asegura Núñez, que cree que las redes sociales han facilitado el adoctrinamiento de estos jóvenes, pero "es necesario el cara a cara para que el individuo se radicalice".

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