El miedo tras los atentados que ocurrieron este jueves en Barcelona y Cambrils se nota aún en la Costa Dorada. Las calles del centro de Salou, normalmente abarrotadas cualquier viernes del mes de agosto, se veían casi desiertas al caer la noche. Una estampa inédita en las inmediaciones de la Fuente luminosa.

Vecinos y visitantes, muchos de ellos aragoneses, que pasan las vacaciones en la costa de Tarragona han visto alterada su rutina estival tras los atentados terroristas.

A primera hora de la madrugada de este viernes, cinco terroristas fueron abatidos en el paseo marítimo de Cambrils por los mossos después de que hubieran atropellado a varias personas. Una de ellas, la zaragozana Ana Suárez, falleció por las heridas sufridas y otros tres aragoneses resultaron heridos.

Horas antes, otro ataque terrorista dejaba 13 muertos y un centenar de heridos en Barcelona en un atropello masivo en Las Ramblas.