Un registro de más de 6 horas

Jordi Pujol Ferrusola está siendo investigado desde 2012, pero no había entrado en prisión hasta este martes.

El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, este miércoles a la salida de su casa, que ha sido registrada por la Policía.
El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, este miércoles a la salida de su casa, que ha sido registrada por la Policía.
Atlas

La Policía Nacional ha registrado los domicilios y oficinas del expresidente catalán Jordi Pujol y de su hijo Jordi, así como su casa en el Pirineo, en busca de documentos para intentar reconstruir cómo intentaron presuntamente ocultar la fortuna de la familia cuando ya les investigaban.

Un día después de enviar a prisión sin fianza a Jordi Pujol Ferrusola, hijo mayor del expresidente de la Generalitat, el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ha ordenado los registros en las casas y oficinas de los Pujol en Barcelona, adonde la policía ya entró en octubre de 2015 en busca de pruebas del presunto blanqueo de capitales que se imputaba al primogénito de la familia.

Jordi Pujol Ferrusola está siendo investigado por la Audiencia Nacional desde 2012, pero no había entrado en prisión hasta el martes, cuando el juez acordó su encarcelamiento tras interrogarle por las sospechas de que, cuando ya estaba imputado, siguió efectuando todo tipo de actividades bancarias, contractuales, societarias y de contratos de prestamos y reconocimiento de deuda para tratar de poner fuera del alcance de los tribunales la fortuna familiar.

El primogénito de la familia Pujol, que el juez sospecha era el encargado de organizar y distribuir el dinero oculto del clan, apenas llegó a pisar anoche la cárcel madrileña de Soto del Real cuando ya era trasladado a Barcelona para asistir a los registros.

A lo largo de seis horas, agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) han registrado el domicilio del expresidente de la Generalitat en presencia de su esposa Marta Ferrusola, mientras el propio Jordi Pujol acompañaba a los policías que inspeccionaban su despacho de la calle Calabria de Barcelona.

Paralelamente, los agentes registraban, junto a un Jordi Pujol Ferrusola bajo custodia policial, su domicilio en la calle Moneders y su despacho en la calle Ganduxer, unas oficinas que en 2014, en plena investigación judicial, le compró su hija con 558.000 euros que él le había donado previamente.

Los agentes también han inspeccionado durante cerca de hora y media la segunda residencia que los Pujol tienen en la pequeña localidad pirenaica de Queralbs (Girona), registro que han llevado a cabo en presencia de Marta Pujol Ferrusola, la mayor de las tres hijas del expresidente de la Generalitat.

Con los registros, que forman parte de una pieza declarada secreta, el juez pretende seguir el rastro de los movimientos económicos que el primogénito de los Pujol llevó a cabo en distintos países, desde que se inició la investigación de la fortuna del clan, para ocultar supuestamente 30 millones de euros.

En esas operaciones sospechosas resulta clave la sociedad radicada en Panamá Kopeland Foundation, que Jordi Pujol Ferrusola compartía con su madre y a la que presuntamente trasladó los fondos que tenía en Andorra cuando ya estaba siendo investigado, a raíz de la carta en que su padre confesó que el clan guardaba un legado cedido por el abuelo Florenci en cuentas ocultas en el Principado.

Según sostiene el juez De la Mata en el auto en el que ayer ordenó el ingreso en prisión preventiva sin fianza de Jordi Pujol Ferrusola, el primogénito compró esta sociedad panameña a través de la banca andorrana BPA, para traspasar todos sus saldos en Andorra, en "una clara operación de blanqueo para ocultar bienes del alcance de la justicia", con el procedimiento judicial ya abierto.

Además, Jordi Pujol Ferrusola situó a su madre Marta Ferrusola en la misma mercantil, "para ayudarla a ocultar también sus bienes", y posteriormente transfirió todo el dinero a México, evitando, sólo con esta operación, que la justicia española le embargara cautelarmente 2,4 millones de euros, al tiempo que los mantenía lejos del conocimiento de la Hacienda Pública.

En sus comparecencias ante el juez de la Mata, Jordi Pujol Ferrusola ha alegado siempre que la compra de esta sociedad panameña se la ofreció el banco andorrano, como un mecanismo para evitar pagar impuestos en el principado, ya que esta fundación extranjera no estaba obligada a tributar en Andorra, ni tampoco en España.

Ante el juez, el primogénito de los Pujol no ha concretado en sus interrogatorios por qué situó a su madre en la fundación panameña, alegando que era una cuestión que debían preguntar directamente a Marta Ferrusola, que en su comparecencia ante el magistrado, en febrero de 2016, se acogió a su derecho a no a declarar.

En el registro del despacho del primogénito en la calle Ganduxer de Barcelona, los agentes también han buscado documentación sobre las empresas con las que supuestamente ha actuado en el extranjero, así como datos sobre las operaciones de préstamo que ha efectuado en los últimos años, cuando ya estaba investigado.

El expresidente Jordi Pujol, que ha asistido al registro en su despacho de la calle Calabria de Barcelona, ha evitado atender a los periodistas que aguardaban su salida, aunque entre dientes ha dicho: "siento mucho todo lo que está pasando".

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