Sebastián Palomo Linares ha fallecido este lunes en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, tras no superar una operación a corazón abierto para implantarle un 'bypass'. El torero, que estaba a punto de cumplir 70 años, sufría problemas coronarios desde hace tiempo, y ya había sido intervenido varias veces.

Sebastián Palomo Martínez, popularmente conocido como Palomo Linares, nació el 27 de abril de 1947 en Linares (Jaén), tomó la alternativa en Valladolid en 1966 y se retiró del toreo en 1985; desde entonces se ha dedicado a la pintura, con cuadros como los que expone en una sala de Boadilla del Monte (Madrid) desde el pasado jueves.

Es el último torero que logró cortar los máximos trofeos -dos orejas y rabo- en la plaza de toros de las Ventas de Madrid (1972). Cinco años después, en octubre de 1977, estuvo a punto de perder la vida en Zaragoza a causa de una grave cornada que trató el doctor Carlos Val-Carreres -durante más de dos horas- en la enfermería de la Misericordia.

Tras la intervención quirúrgica, Palomo fue trasladado a la clínica de San Ignacio, donde fue ingresado.

"Cornada a nivel del hueco axilar derecho, de cinco centímetros de extensión, con dos trayectorias una hacia arriba, de diez centímetros de profundidad, que contunde el plexo braquial y el paquete vascular axilar, y otra hacia adelante de quince centímetros de extensión, que desgarra el músculo pectoral, mayor, secciona la arteria torácica superior, pasa por detrás de la tercera costilla, fracturándola, y penetra en la cavidad torácica, contusionando el lóbulo superior derecho", rezaba el parte médico redactado por Val-Carreres,

Para concluir, ensalzaba la gravedad: "Intenso shock hemorrágico. Se interviene bajo anestesia general y se le trasfunden 750 centímetros cúbicos de sangre isogrupo y quiniento de expansores de plasma. Pronóstico gravísimo".

Por suerte, el pulmón del diestro andaluz no fue dañado y se repuso para reaparecer y proseguir con su trayectoria, una de las más brillantes de España.