Rajoy no podrá testificar por escrito sobre la Gürtel, no podrá mentir y no contará con abogado

El líder popular puede pedir ser interrogado por videoconferencia o que toda la sala se traslade a su despacho.

Mariano Rajoy.
Mariano Rajoy.
Efe

Mariano Rajoy se convertirá, todavía en una fecha sin determinar, en el primer presidente del Gobierno en ejercicio de la historia de España en declarar como testigo en un juicio. Ese cargo tiene prebendas. La Ley de Enjuiciamiento Criminal (LEC) le permitirá ahorrarse el paseíllo hasta la sede de la Audiencia Nacional en un polígono industrial de San Fernando de Henares, a las afueras de Madrid. Mariano Rajoy también, si quiere, podrá evitar la foto de un interrogatorio con Luis Bárcenas o Francisco Correa de fondo.

Pero lo que no podrá hacer Rajoy es evitar un incómodo interrogatorio y que ese momento tan delicado como mediático sea transmitido en directo, como parte de la vista pública del 'caso Gürtel', sea donde sea que el presidente escoja ser sometido a las preguntas del tribunal, las defensas y, sobre todo, de las acusaciones.

Los artículos 702 y 703 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal son los que regulan los interrogatorios de los testigos durante el juicio oral. Y esos preceptos solo permiten declarar por escrito a los miembros de la Familia Real, al presidente del Gobierno y otros altos cargos, pero solo sobre hechos conocidos por razón de su cargo. Y éste no es el caso porque Mariano Rajoy será preguntando sobre supuestas irregularidades cometidas entre 1999 y 2005, seis años antes de su llegada a La Moncloa, y solo por hechos cometidos en el seno del PP. Lo que sí establece la normativa es que la declaración como testigo del presidente "se hará de manera que no perturbe el adecuado ejercicio de su cargo". Una frase muy vaga que deberá interpretar el tribunal, que será el que fije el formato exacto del interrogatorio, en el que en cualquier caso Mariano Rajoy, al ser testigo, acudirá sin abogado y en el que no el presidente no podrá mentir ni ser vago en sus respuestas.

Así las cosas, los responsables de la Audiencia Nacional, en realidad, solo barajan dos formatos. El primero sería que el jefe del Ejecutivo declarara por videoconferencia desde el lugar que él escogiera. El segundo que fuera interrogado en su despacho de Moncloa o en dependencias de la sede del Partido Popular en Génova.

En pleno

Este segundo supuesto obligaría al tribunal en pleno (jueces, fiscales, secretarios, abogados de los acusados y letrados de la acusación) a desplazarse a ese emplazamiento, porque -destacaron fuentes del tribunal- en la "vista oral prima el principio de contradicción" y es "imprescindible" que las partes puedan repreguntar, según las aseveraciones que haga el presidente.

En cualquier caso, será un interrogatorio largo y no es descartable que pudiera prorrogarse más de una jornada. Al margen de los jueces, la Fiscalía y la Abogacía del Estado, los letrados de los 37 imputados (entre ellos los de Francisco Correa y Luis Bárcenas) podrán preguntarle. Se espera que las demandas de información del PP, personado como responsable civil, sean amables, pero no van a ser fáciles las de las acusaciones, en particular la de Adade (que ha sido la que ha conseguido la citación de Rajoy), las del PSOE de Valencia y de Madrid y la del Ayuntamiento de Madrid.

Más amables se esperan las preguntas del representante de la Comunidad de Madrid.

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