El expediente a la guardia civil por ir al aseo se debe a que no lo notificó

Fuentes cercanas al caso aseguran que la mujer se enfrenta a una falta leve por negligencia.

Vista panorámica del Puerto de Barcelona.
El Puerto de Barcelona, el principal aliado de Aragón para la exportación

La agente de la Guardia Civil que ha denunciado que la han expedientado por ir al baño al bajarle la regla se enfrenta a una sanción por falta leve porque no notificó en la orden de servicio interna, como es preceptivo, que abandonaba por unos minutos su puesto de vigilancia en el Puerto de Barcelona.

Según han informado fuentes cercanas al caso, el expediente disciplinario por una falta leve abierto a la guardia civil no es porque se ausentara unos minutos de su puesto de vigilancia para ir al baño, lo que se puede hacer si es necesario, sino porque no lo notificó en la orden de servicio donde se tienen que anotar este tipo de contingencias.

El pasado 8 de marzo, la agente hacía, junto a otro guardia civil, un control de seguridad en el Puerto de Barcelona, en el horario y lugar establecido en la orden de servicio que le notificaron sus superiores.

Según el abogado de la agente, Antonio Suárez-Valdés, cuando esta volvió del cuarto de baño se encontró con un teniente que le recriminó que se había movido de su puesto, pese a que ella le explicó que se había visto obligada a ir al aseo para ponerse una compresa. La agente ha pedido que se active el protocolo de acoso laboral por la actuación del teniente, al considerar que recibió un trato injusto.

No obstante, fuentes conocedoras del expediente disciplinario abierto a la mujer por la Comandancia de la Guardia Civil en Barcelona han asegurado que se enfrenta a una falta leve por negligencia -castigada desde una amonestación por escrito hasta dos días de suspensión de sueldo-, por no haber detallado en la orden de servicio que se había ausentado unos minutos de su puesto de vigilancia, como es preceptivo.

Cuando los agentes del instituto armado se encuentran en un servicio, sus superiores les entregan una orden por escrito en la que se detalla el lugar y el horario donde tienen que desplegarse y, ante cualquier contingencia, como por ejemplo ir al baño abandonando el puesto de vigilancia, se tiene que notificar en la orden de servicio.

Además de consignarlo en la orden de servicio, si la contingencia se va a demorar más tiempo de lo habitual, los agentes deben alertar también a sus superiores para que les puedan ir a relevar, según las fuentes.

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