Un joven de 19 años asesta once puñaladas al padrastro de su novia por defenderla

La víctima, de 43 años, se encuentra en estado grave, pero su vida no corre peligro, mientras la madre y otros dos heridos han sido dados de alta.

Agentes de la Policía Nacional detuvieron la noche del miércoles a un joven de 19 años tras protagonizar un brutal ataque con arma blanca a los padres de su novia, en una trifulca ocurrida en el barrio de La Inmobiliaria, en Torrelavega (Cantabria), que acabó con cuatro personas heridas, una de ellas de carácter "muy grave" pero cuya vida no corre peligro. El arrestado, que cuenta con antecedentes, ayer aún permanecía en las dependencias policiales a la espera de pasar a disposición judicial acusado por presuntos delitos de violencia de género y de intento de homicidio.

Los hechos ocurrieron poco antes de las once de la noche. Dentro del piso del presunto agresor, nacido en 1997 y con las iniciales A. C. H., se desencadenó una pelea, en la que, según confirma el Cuerpo Nacional de Policía, él asestó "varios golpes y puñetazos" a su pareja sentimental, una menor de 17 años. Cuando los padres de la joven acudieron a defenderla los atacó con una navaja en plena calle, hiriendo de gravedad al hombre.

Cuando la chica recibió los golpes y llamó a su madre para que la fuera a buscar. La joven salió a la calle acompañada por su novio, "cargada con bolsas y maletas", según algunos de los testigos. Al rato llegaron en coche la madre y su pareja -padrastro de la menor-, que rápidamente se apearon del vehículo y salieron en defensa de la joven increpando al chico por lo que había hecho. En ese momento, el presunto agresor sacó un arma blanca -una navaja tipo mariposa- y les atacó. Primero apuñaló al padrastro, pero la mujer se interpuso entre ambos y también acabó recibiendo "pequeños pinchazos", según la Policía. Al hombre le asestó hasta once puñaladas y acabó desplomado sobre un banco próximo mientras varias personas observaban la escena (aunque, ante la violencia de los hechos, no se atrevieron a intervenir). Fueron dos jóvenes de nacionalidad dominicana, y también vecinos del barrio, que se encontraron con el coche de las víctimas parado en mitad de la calle, los que bajaron de su vehículo y acudieron a mediar en el altercado.

Primero auxiliaron a los heridos junto a otras personas que había junto al Centro de Cruz Roja, para después reducir entre ambos al agresor y arrancarle la navaja que blandía. De este modo, lograron mantenerle retenido hasta que llegaron efectivos de la Policía Local y de la Policía Nacional, que le detuvieron en ese momento. Según los testigos, estas dos personas también recibieron "algún pinchazo", pero sin gravedad. Cuando llegaron los efectivos policiales al cruce, se encontraron a la madre de la joven tirada en el suelo, en mitad de las dos calles y al padrastro, malherido en un banco de madera, junto a un enorme charco de sangre.

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