Mas se da un baño de masas ante el juicio del 9N

En el recorrido, el expresidente ha estado escudado por el presidente Carles Puidemont y la presidenta del Parlamento Carme Forcadell.

La marcha ha pasado bajo el Arco de Triunfo, donde han posado para una foto Puigdemont y Mas, entre otros.
Manifestación en apoyo a Mas

Aclamados al grito de "¡No estáis solos!" por miles de personas por las calles del barrio del Born (Barcelona), escenario sentimental del independentismo, hasta llegar a la puerta del juzgado, el expresidente Artur Mas y sus exconsejeras Irene Rigau y Joana Ortega se han dado un baño de masas antes del juicio del 9N.

De nuevo el independentismo se sabía este lunes ante otro "día histórico" para escenificar su causa, en este caso el de un expresidente de la Generalitat declarando a un tribunal por el "proceso participativo" de 9N, y para organizar otra exhibición de fuerza ante las cámaras.

El paso lento de Mas escudado por el presidente Carles Puigdemont, la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, y el Gobierno de Cataluña. El himno a capella en el simbólico Fossar de les Moreres. La foto bajo el Arco del Triunfo entre un pasillo de esteladas. El último saludo entre vítores antes de cruzar los pórticos del Palacio de Justicia de Cataluña. Absolutamente nada ha sido dejado al azar.

Una cuidada escenografía a cargo nuevamente de las entidades soberanistas (Asamblea Nacional Catalana, Òmnium Cultural y Asociación de Municipios por la Independencia), organizadoras de las últimas cuatro multitudinarias manifestaciones de la Diada, y este lunes con más de 170 autocares llegados de todo el territorio catalán.

Y sin olvidar a aquellos funcionarios que, siguiendo la recomendación del Gobierno, hayan decidido apuntarse un día de libranza para arropar al expresidente en un lunes laborable.

Pero hay situaciones que ni la más experimentada preparación podría prever, como que durante el transcurso del juicio unos operarios tuvieran que retirar las banderas española y europea de los mástiles en lo alto de la fachada del tribunal, ya que el fuerte viento de este lunes de febrero las había tumbado, a excepción de la enseña catalana, que resistió el vendaval.

Mientras tanto, Mas y sus consejeras se enfrentaban a las preguntas sobre el 9N en el interior del juzgado; un juicio que ha comenzado con 25 minutos de retraso por tardanza de los declarantes y que, como en una final de Champions League, ha sido seguido con atención y aplausos desde el exterior por los manifestantes, gracias a varios altavoces instalados en el paseo Lluís Companys.

Recorrido

El lunes ha arrancado pronto en Barcelona. Aún ni había amanecido cuando Puigdemont recibía en la Generalitat a Mas, Rigau, Ortega y han compartido un café en un salón anexo al Pati dels Tarongers.

Sobre las 8.20 horas los tres acusados han salido del Palau de la Generalitat arropados por el Gobierno catalán en pleno y cargos electos de las fuerzas soberanistas (PDeCAT, ERC, CUP y 'comunes') para dirigirse hasta el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

Recorriendo lentamente las sinuosas calles del Born, Mas y la comitiva han sido arropados con cánticos de "independencia", "ni un paso atrás" o al ritmo de la Estaca del diputado Lluís Llach. No han faltado tampoco piropos al expresidente, como "guapo" o "valiente".

Mas agradecía los ánimos con sonrisas e incluso estrechando algunas manos de los que conseguían evitar el cordón de seguridad y la marabunta de fotógrafos, cámaras y periodistas que les rodeaban, tan caótica que incluso algún fotógrafo ha tropezado ante él.

A la altura del Fossar de les Moreres, epicentro histórico del independentismo, la comitiva se ha detenido para cantar el himno catalán, acompañados por miembros de La Coronela, agrupación que recrea una histórica milicia encargada de la defensa de Barcelona en 1714 frente a las tropas borbónicas.

A las 9.05 horas la cabecera de la marcha pasaba bajo el Arco de Triunfo, decorado con un gran cartel con el lema "Love democracy" ('Ama la democracia'). Ante ellos, un largo pasillo de esteladas y carteles con "Las urnas no se juzgan" o "Votar es democracia".

Y entre gritos de "independencia", urnas de cartón y miles de móviles para captar el preciado instante, la comitiva ha llegado finalmente ante la escalinata del Palacio de Justicia, momento en que el protagonismo ha sido ya para Mas, Rigau y Ortega, subiendo solos y deteniéndose a saludar ante los aplausos de los congregados.

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