Terceiro dice que Rato le ofreció la presidencia de "una gran empresa" para que dejara Caja Madrid

El expresidente de Caja Madrid dice que las tarjetas se "envilecieron" con el uso que les dieron los consejeros posteriores a su mandato.

Declaración de Terceiro seguida desde una pantalla.
Terceiro dice que Rato le ofreció la presidencia de "una gran empresa" para que dejara Caja Madrid
Efe

El que fuera presidente de Caja Madrid entre 1988 y 1996, Jaime Terceiro, ha manifestado en el marco del juicio de las tarjetas 'black', que el exvicepresidente del Gobierno e investigado en esta causa Rodrigo Rato le ofreció la presidencia de "una gran empresa española" a cambio de que abandonara Caja Madrid.


"El partido político que condujo a este pacto, su vicepresidente económico de entonces, hoy presente en esta mesa, me llamó a su despacho para ofrecerme la presidencia de una gran empresa española para que dejara la caja libre y me fuera cuanto antes y yo dije que la caja no era una moneda de cambio", ha espetado Terceiro, que presta declaración en calidad de testigo ante el tribunal de la Audiencia Nacional.


En el marco de esta nueva vista que se celebra en San Fernando de Henares y en la que la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal dirime si los 65 encausados hicieron un uso fraudulento de las tarjetas recibidas, Terceiro ha dicho a preguntas de las defensas que se cerró un pacto en su última etapa como presidente que contemplaba "cambios drásticos en la política de inversión de la caja y en la remuneración de los empleados".


"Llegaba a condicionar que los nombramientos de altos cargos tenían que estar consultados previamente y de forma discreta con un sindicato y dicho partido político y esa no era la forma que tenía yo de gestionar la caja", ha subrayado Terceiro quien no ha otorgado más datos sobre la identidad de los responsables del pacto, del cual ha dicho que estaba "en desacuerdo porque contradecía las políticas" llevadas a cabo hasta el momento en la caja.


Así ha añadido que se "obligaba" a los consejeros a asumir ese acuerdo alcanzado al margen de los órganos de gobierno de la caja.


"Desde mi punto de vista ahí es cuando empieza el mal gobierno corporativo, era un pacto importante y desobedecía la Ley de Cajas de Ahorros de 1992" en lo que respecta a que ningún consejero puede recibir instrucciones del grupo que lo nombra, ha argumentado.


"Ese pacto, por definición, obligó a todos los consejeros a elegir un nuevo presidente", ha aseverado para explicar cómo fue su salida de Caja Madrid en 1996, año en que recogió el testigo al frente de la misma Miguel Blesa, uno de los 65 encausados a los que se le atribuyen delito continuado de apropiación indebida y administración desleal por el uso presuntamente fraudulento que hicieron de sus 'black'.


En relación a la proposición de Rato, Terceiro ha explicado que respondió al que posteriormente fue nombrado presidente de Caja Madrid y Bankia, que tenía que esperar a que se formara una nueva mayoría y que entonces dimitiría, como finalmente hizo el 10 de septiembre de 1996.

Uso de las tarjetas


Terceiro ha dicho que las tarjetas de Caja Madrid que investiga la Audiencia Nacional "se envilecieron con el uso" que les dieron los consejeros posteriores a su mandato, que sorprendentemente en quince años no tuvieron tiempo de "clarificar sus condiciones y su uso".


Durante su declaración como testigo en el juicio contra 65 acusados de utilizar tarjetas opacas de Caja Madrid y Bankia, Terceiro, ha asegurado que en los casi nueve años que estuvo de presidente en más de media docena de actas "se dice claramente que las tarjetas son para gastos de representación como consejeros".


De ahí que no se explique que en los quince años posteriores a su salida de Caja Madrid sus sucesores no encontraran el tiempo para aclarar las condiciones y los términos de uso de estas tarjetas, que ha defendido en todo momento que se trataba exclusivamente para gastos de representación.


Terceiro ha defendido las tarjetas establecidas durante su mandato como una manera de dignificar la función de los consejeros, que en aquel momento percibían el equivalente a 1.800 euros al año; pero cuando pasaron a percibir hasta 500.000 euros anuales, "la palabra dignificar tiene otro significado radicalmente distinto".


"La palabra dignificación tiene un sentido en 1988 y lo deja de tener en 2016", ha insistido.


La palabra 'tarjetas de empresa' no tiene hoy la mejor prensa, ha señalado, pero este sistema es el más transparente y "hace el fraude mucho más difícil, como se ha visto aquí con los registros informáticos; cuando el gasto se compensa a través de este medio de pago, deja una trazabilidad que no deja ningún otro".


Durante el interrogatorio al que ha sometido a Terceiro el abogado defensor de Miguel Blesa, el fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón ha pedido al letrado que no amedrentara al testigo, lo que en su opinión podría impedir que éste declarara con libertad.

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