El juicio de las 'black' se reanuda con la declaración de Rato

Blesa defendió que era una retribución otorgada por la caja y que los supervisores conocían la existencia de estas tarjetas.

Rodrigo Rato.
Rodrigo Rato a su llegada a los juzgados en Madrid en la sesión anterior del juicio.
Efe

El juicio de las tarjetas 'black' que sienta en el banquillo a 65 exaltos cargos y directivos de Caja Madrid y Bankia se reanuda este martes con la declaración del expresidente de la entidad nacionalizada, Rodrigo Rato, en el marco de la ronda de interrogatorios a los encausados.


El exvicepresidente del Gobierno se someterá a las preguntas de las partes como ya lo hizo el pasado viernes Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid entre 1996 y 2010, y quien apuntó que se trataba de un sistema de retribución por parte de la caja, no de gastos de representación, y negó que esta práctica fuera desconocida por los supervisores.


Según el escrito de la Fiscalía, durante el tiempo que hizo uso de su tarjeta, Rato se benefició de estancias en hoteles de cuatro y cinco estrellas, de accesorios de Louis Vouitton, o de compras en diversos bazares (en una realizada en diciembre de 2010 abonó 2.439 euros), según se desprende del desglose de gastos.


Blesa, por su parte, aclaró ante el tribunal que los beneficiarios de los plásticos -que cargaron un total de 12,5 millones entre los años 2003 y 2010- no justificaron los gastos realizados porque no les eran requeridos y que ni el Banco de España ni Hacienda pusieron "tacha alguna ni vieron irregularidad" durante el tiempo que estuvieron vigentes las 'black'.


El exdirectivo, que fue el primero de los 65 encausados en enfrentarse a la ronda de preguntas, agregó que los auditores de la entidad tenían suficientes "pistas" para conocer la existencia de las mismas y añadió, a preguntas de su abogado Carlos Aguilar, que tenía la plena convicción de haber actuado "siempre" legítimamente.


Ahora le toca el turno a su sucesor al frente de Bankia, Rodrigo Rato, para quien la Fiscalía Anticorrupción pide cuatro y medio de prisión y multa de 108.000 euros, además de una indemnización de 2,6 millones de euros por los gastos autorizados entre 2010 y 2012 cuando sustentó la presidencia de Bankia.


Se trata de un juicio de gran impacto mediático con 65 medios acreditados, y que se celebra, tras dos años de instrucción, en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares. Hasta allí se trasladó la semana pasada un grupo de preferentistas que recibió a los acusados con abucheos y al grito de 'ladrones' y 'chorizos'.

Ronda de interrogatorios

El tribunal de la Sección Cuarta de Lo Penal continuará la ronda de los interrogatorios con el resto de beneficiarios de las tarjetas opacas, entre los que se encuentra una nutrida representación de formaciones políticas como el Partido Popular, PSOE e IU -como el exconsejero de la caja José Antonio Moral Santín-, además de miembros de los sindicatos de CC.OO y UGT y de CEIM y CEOE.


Precisamente, una de las anécdotas del arranque del juicio la protagonizó el expresidente de la patronal Gerardo Díaz Ferrán al solicitar en la primera sesión de juicio poder ausentarse del mismo alegando motivos de salud, si bien la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, rechazó la petición tras realizarle la prueba médica pertinente.

Cuestiones previas

En las dos sesiones de cuestiones previas celebradas el lunes y martes de la semana pasada, la defensa centró sus alegaciones en pedir la nulidad del documento aportado por Bankia -que incluía el desglose de los gastos efectuados con los plásticos-, que no se le permitiese continuar a Bankia y al FROB como acusación particular, y que se declarase prescrito el delito continuado de apropiación indebida.


El Ministerio Público rebatió las tesis de los abogados y comenzó su turno de palabra advirtiendo de que habían intentado "sacar agua de las rocas" y la poca que había salido "no era potable". El fiscal Alejandro Luzón expuso en su turno de palabra las conclusiones plasmadas previamente en su escrito de acusación y defendió las pruebas periciales presentadas por Bankia ante el tribunal, así como su legitimidad y la del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) de ejercer la acusación particular.

Ropa, viaje y joyas

Los 65 cargaron a su tarjeta gastos de joyerías, tiendas de ropa, restaurantes, viajes, ropa de marca o menaje del hogar. El exvicepresidente de la entidad crediticia madrileña y exmiembro de Izquierda Unida, José Antonio Moral Santín, hizo cerca de 400 cargos a su visa en restaurantes.


No obstante, casi la totalidad del importe que gastó el exconsejero de la entidad corresponde a extracciones de efectivo en los cajeros. Otros, como el exconsejero nombrado por el PSOE José María de la Riva llegó a invertir en un tratamiento en una clínica de talasoterapia en 2007 un total 1.753 euros.


Compras en joyería, como la realizada por el exdirectivo Matías Amat de 10.000 euros, el gasto en más de 11.100 euros en armerías por parte del exresponsable de Empresas de Caja Madrid, Carlos Vela,o los 6.436 euros en diversos viajes que se dejó el exconsejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid, Ramón Espinar, son algunos de los importes destacados.

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