El último grupo de 160 refugiados sirios partió este martes del Líbano rumbo a España, donde se sumará a los 61 que lo hicieron el pasado junio, en el marco del millar de sirios que está previsto que lleguen a territorio español a lo largo de todo el verano en busca de una nueva vida.

Los refugiados salieron a las 06.00 hora local del aeropuerto de Beirut en un vuelo directo a España, que está previsto que aterrice a las 10.30 en Madrid.

Un total de 199 refugiados iban a volar hoy rumbo a Europa, pero sólo 168 se presentaron para realizar los trámites necesarios y obtener el visado, mientras que dos familias renunciaron a viajar.

Antes de partir expresaron a Efe su alegría ante la oportunidad de iniciar una nueva vida allí después de la tragedia sufrida en Siria, sumida una sangrienta guerra civil desde 2011.

"No puedo describir mi alegría por poder viajar a España, donde mis hijos podrán vivir en paz, estudiar y tener un futuro", dijo a Efe Musna Nahar, que partió con su esposo y tres hijos, y con su hermano Yesán.

Su esposo, Mohamad Saher, pasó un mes en una cárcel del régimen sirio, donde asegura que fue torturado y aún conserva en su espalda las cicatrices de los golpes recibidos, a pesar de que han pasado mas de tres años del cautiverio.

"Es una gran alegría viajar a España, sobre todo por mis hijos", aseguró el padre, que explicó que el mayor de ellos, de 13 años de edad, no puede dormir solo y necesita que alguien esté siempre a su lado.

Musna y Yesán Nahar, procedentes de Damasco, tienen un hermano que reside actualmente en Valencia y, además de poder abrazarlo, sueñan con una nueva vida en España, donde Yesán desea estudiar ingeniería.

Por otra parte, Mohamed Zubki al Urtar, tiene un primo que vive desde hace 40 años en Barcelona y que, asegura, le ha contado que España es un país hermoso en el que se respetan los derechos humanos.

Al Urtar está casado y es padre de tres hijos de 3, 5 y 14 años, y asegura que fue detenido a las afueras de la capital siria, Damasco, antes de conseguir escapar al Líbano.

"Quisiera regresar a Siria pero no puedo y en el Líbano no encuentro trabajo. Tengo miedo por mi familia, quiero vivir de forma digna y que mis hijos puedan tener un futuro", explicó a Efe.

Una mujer viuda de nombre Sausan Sabah dijo estar feliz por marcharse a España porque la situación en el Líbano no es buena para ella y sus cuatro hijos.

"Mi hijo mayor está casado y es padre de dos hijos. Los dos pequeños no pueden ir al colegio porque tienen que trabajar para sustentarnos, uno en una carnicería y el otro en una fábrica de hierro", detalló, mientras que ella trabaja de forma esporádica en peluquerías libanesas. Ahmad Luail Tabaryat, llegó al Líbano con su familia tras sobrevivir a un bombardeo en la ciudad siria de Alepo.

El hombre relató a Efe que recibió una paliza después de que pusiera un anuncio ofreciendo sus servicios a precios bajos, lo cual hizo que algunos libaneses le atacaran, ya que la población local achaca a los refugiados el alto índice de desempleo.

"Me golpearan la mano con un hierro y me la rompieron, así como los dedos y los tendones, por lo que tuve que operarme y someterme a un largo periodo de rehabilitación", añadió.

Este último grupo de refugiados procedente del Líbano se suma a los 124 que han llegado desde Grecia e Italia en los últimos ocho meses - de nacionalidades siria, iraquí, eritrea y centroafricana.

Los refugiados que han llegado a España hasta el momento son familias con menores de edad y en situaciones consideradas vulnerables, que frecuentemente requieren asistencia sanitaria o psicológica.

El Gobierno español planea acoger a lo largo de todo el verano un millar de refugiados sirios, pero no está previsto que reciba a más procedentes del Líbano, sino de otros países como Turquía, Grecia, Italia.

España se comprometió a reubicar a 15.888 refugiados que ya están en Europa antes de septiembre de 2017, y a otros 1.449 que en su mayoría llevan varios años en el Líbano, Jordania y Turquía, principales países receptores de los sirios que huyen de la guerra. El Líbano acoge actualmente a 1.100.000 refugiados sirios, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), pero las autoridades locales aumentan esa cifra a entre 1.500.000 y 2 millones, lo cual está afectando notablemente a la economía del pequeño país.