Las contradicciones en el testimonio del testigo protegido en el caso por la muerte del hincha de los Riazor Blues Francisco Javier Romero, 'Jimmy', han llevado a la juez a absolver a los dos ultras del Atlético de Madrid acusados de amenazarle y para los que la Fiscalía pedía para cada uno 3 años de cárcel.

En su sentencia, hecha pública tras conocerse el fallo, la titular del Juzgado de lo Penal número 14 de Madrid, Almudena Rivas, destaca que la principal prueba de cargo de esas amenazas es el testimonio del testigo protegido, "en el cual se han observado claras contradicciones a lo largo del proceso", por lo que aplica el principio de "in dubio pro reo" (en caso de duda se falla a favor del reo).

Esas contradicciones "restan credibilidad a sus manifestaciones" y le hacen dudar sobre "cuál de las diferentes versiones de los ocurrido (...) responden a la realidad de los acontecimientos", precisa la resolución,  que la Fiscalía ya dijo que recurriría cuando se conoció el fallo.

Únicamente existe una circunstancia, que cuenta con prueba documental -grabación de cámaras de seguridad y mensajes de Whatsapp-, que "lo único que prueba es la presencia de los tres (acusados y denunciante) en un mismo lugar, y el intento de cobrar una deuda derivada de la prestación de un servicio de taxi".

Episodio que además "resulta compatible tanto con la versión de los acusados como la del testigo protegido", que admitió la existencia de una deuda con uno de los acusados·

Por ello, la juez solo considera probado que los dos acusados -Jesús F.P., alias "El Búfalo", de 41 años, y Pedro M.M., alias "Peter Parker", de 35- acudieron al centro comercial en el que trabaja el testigo protegido para que pagara a uno de ellos la totalidad de una deuda contraída por un servicio de taxi.

El resto de lo denunciado no ha quedado acreditado, atendiendo a que el testigo protegido "mantuvo a lo largo del proceso distintas versiones de lo ocurrido que afectan a hecho nucleares y esenciales del tipo por el que se formula la acusación, como es la autoría, pues primero dice que los dos acusados le amenazan de muerte para después desdecirse de ello", resalta la juez.

Los dos ultras estaban acusados de un supuesto delito de obstrucción a la Justicia por amenazar y coaccionar al testigo tres días antes de su declaración en la vista oral que se celebró el pasado 25 de enero en el Juzgado de Menores 4 de Madrid por el caso Jimmy.

Tras cinco meses en prisión, los dos ultras salieron nada más notificarse el fallo de la prisión de Soto del Real (Madrid), a cuyas puertas le esperaron familiares y miembros del Frente Atlético.

Durante la vista oral celebrada el pasado 28 de junio, el testigo protegido reconoció que sintió "pánico por su vida" cuando, según él, fue amenazado de muerte por uno de los dos ultras que acudieron a su trabajo.

Este último afirmó en el juicio que acudió a los grandes almacenes donde trabaja el testigo protegido para cobrar una deuda por una carrera de taxi de 60 euros, como así reconoció el propio testigo, pero negó rotundamente que le amenazara.