Convergència y ERC piden la dimisión de Fernández Díaz por conspirar contra los independentistas

El titular de Interior y el director de la Oficina antifraude se habrían puesto de acuerdo para buscar escándalos de corrupción antes del 9-N.

Jorge Fernández Díaz.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.
Quique García/Efe

Convergència y Esquerra reclamaron este martes la dimisión del ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, y la del director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, por haber «conspirado» presuntamente contra los independentistas para fabricar escándalos de corrupción justo antes del simulacro de consulta del 9-N de 2014. «Hay un Estado que conspira constantemente contra las garantías democráticas y contra los partidos. Es una conducta aberrante en democracia. Para proteger el Estado de derecho tienen que dimitir», señaló Marta Rovira, de ERC. «Demuestra la bajeza de quien no tiene escrúpulos», añadió Francesc Homs, de CDC, que exigió a Fernández Díaz que además renuncie como candidato el 26-J.


Una grabación publicada este martes por el diario 'Público' revela una presunta conversación entre Fernández Díaz y De Alfonso, en la que el ministro y candidato del PP por Barcelona pregunta a su interlocutor si tiene asuntos de corrupción que puedan ser utilizados en contra de CDC y ERC. De Alfonso responde al ministro cómo está tratando de encontrar trapos sucios que impliquen a Oriol Junqueras y a Felip Puig, entonces consejero de Mas. En concreto, sobre ERC, dice: «Estamos investigando cosas de Esquerra, pero son muy débiles». Y se refiere a asuntos relacionados con adjudicaciones del hermano y el padre de Oriol Junqueras. Sobre CDC, la conversación hace referencia al posible trato de favor a dos familiares de Puig.


Tanto Fernández Díaz como De Alfonso no reconocieron este martes que la reunión tuvo lugar en el Ministerio del Interior, pero ambos se acusaron mutuamente de haber grabado la conversación. El ministro encargó una investigación a la Policía y pidió "respeto" porque hablar de grabaciones es un asunto "muy grave". De Alfonso negó toda conspiración y afirmó que se trata de «una calumnia».»Nunca me hubiera imaginado que en el Ministerio del Interior haya quien graba las conversaciones», apuntó. Más munición para el final de la campaña.

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