Escuelas Católicas dice "alto y claro" que la concertada "no es un negocio"

"Es momento de unirnos y de decir alto y claro que no queremos gobiernos que priven a los padres de su derecho a elegir", aseveran.

Escuelas Católicas dice "alto y claro" que la enseñanza concertada "no es un negocio" y ha denunciado la propuesta del Gobierno de la Comunidad Valenciana de cerrar de 18 aulas, no concertar más de 20 unidades y de retirar apoyos educativos.


"Es momento de unirnos y de decir alto y claro que no queremos gobiernos que priven a los padres de su derecho a elegir y que no queremos más demagogia. Creemos en la libertad de educación, en una educación pública y de calidad pero también en la concertada, ambas complementarias y necesarias", subraya esta organización que representa a 2.048 centros educativos, a los que pertenecen 1.207.527 alumnos y 100.400 trabajadores.


Escuelas Católicas llama en un comunicado a la unidad de la escuela concertada que "en estos momentos se ve amenazada" en varias comunidades autónomas, además de la valenciana. Este domingo se manifestaron miles de personas en Valencia contra esta propuesta conocida como 'arreglo escolar', que tiene como consecuencia, según alerta, la pérdida del empleo de "muchos" trabajadores y la falta de libertad de elección del colegio por "muchos" padres.


"El llamado 'arreglo escolar' se ha realizado sin el mínimo diálogo con los sectores afectados y sólo responde a la pura planificación administrativa a partir de una concepción de la escuela concertada como 'subsidiaria' de la pública, a pesar de que la legislación habla de "complementariedad de redes", sostiene Escuelas Católicas, que advierte de que esta práctica iniciada en la Comunidad Valenciana se puede extender a otras autonomías.


Esta organización recuerda que las familias que escolarizan a sus hijos en la enseñanza concertada "también sufragan la educación con sus impuestos" y que desean que se cumpla el Artículo 27 de nuestra Constitución, haciendo realidad la elección del tipo de centro conforme a sus convicciones.