​La Policía libera en Almería a una joven nigeriana obligada a prostituirse

La víctima fue sometida a un ritual de vudú de forma previa a su llegada a España.

La Policía Nacional ha liberado en Roquetas de Mar (Almería) a una joven nigeriana que, tras ser captada en su país, era obligada a ejercer la prostitución en diversas localidades españolas.


Asimismo, ha sido detenida la presunta tratante que la explotaba sexualmente y con la que permanecía la hija, menor de edad, de la víctima mientras esta ejercía la prostitución, ha informado este jueves la Comisaría Provincial de Almería.


Al parecer, la detenida amenazaba a la nigeriana con hacer daño a la niña si no ganaba dinero suficiente para pagar una deuda de 30.000 euros contraída por el viaje de ambas.


La víctima relató a la Policía que en una ocasión su hija tuvo que ser atendida en un centro hospitalario por las lesiones que le había causado la tratante en el rostro y en los brazos, uno de los cuales se lo había fracturado.


Además, la víctima fue sometida a un ritual de vudú de forma previa a su llegada a España.


La mujer fue descubierta por la Policía Nacional cuando ejercía la prostitución en las calles de Almería y denunció su situación tras mantener una entrevista con los agentes, lo que posibilitó la detención de su explotadora.


Según la Policía Nacional, la detenida contactaba con un hombre en Nigeria, responsable de captar a mujeres a las que trasladaba a Marruecos para enviarlas en patera a España.


Antes de salir de Nigeria, este hombre sometía a las mujeres a rituales de vudú y se comprometía a organizar y financiar su viaje a España, cosa que hizo con la víctima localizada en Almería, a la que le prometió "una vida mejor" para ella y su hija.


A cambio debían jurar que no iban a causar problemas ni a recurrir a la Policía.


Una vez en España, la víctima recibió instrucciones para viajar a Fuenlabrada, en Madrid, donde fue informada de que había contraído una deuda de 30.000 euros que debía saldar ejerciendo la prostitución en la vía pública.


Posteriormente, fue obligada a trasladarse hasta Roquetas de Mar, donde la supuesta explotadora regentaba un bar, local en el que la víctima ejercía también la prostitución y que utilizaba como alojamiento.


Mientras la mujer se prostituía, su hija quedaba al cuidado de la tratante, quien la coaccionaba, amenazándola con hacer daño a la pequeña si no conseguía ganar dinero suficiente para pagar regularmente su deuda.


La operación ha sido llevada a cabo por la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, la UCRIF de Almería y el grupo Operativo de extranjeros de Fuenlabrada (Madrid).

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