​El lugar de la Mancha que los Reyes no olvidarán

Los moncarcas han visitado Villanueva de los Infantes, en Ciudad Real, ese lugar de cuyo nombre Cervantes no quiso acordarse hace ya más de 400 años.

Los Reyes saludan a los vecinos de Villanueva de los Infantes, en Ciudad Real.
Los Reyes saludan a los vecinos de Villanueva de los Infantes, en Ciudad Real.
Agencias

Por mucho que Cervantes se empeñara en olvidar el lugar donde arrancó las aventuras de Don Quijote, los manchegos han querido este miércoles que en la memoria de los Reyes nunca falte el recuerdo de la jornada que han vivido en el territorio que el escritor español más universal puso para siempre en el mapa.


Villanueva de los Infantes, en Ciudad Real, pequeña pero hermosa localidad que fue refugio de escritores en el Siglo de Oro, villa emblemática del Barroco y el Renacimiento manchego, pasa según algunos estudios por ser ese lugar de cuyo nombre Miguel de Cervantes no quiso acordarse hace ya más de 400 años.


Sus cerca de 5.000 vecinos, más algunos que se han acercado desde otros pueblos de la comarca de Campo de Montiel, se ha echado literalmente a la calle para aclamar a Don Felipe y Doña Letizia.


Han colgado banderas nacionales en sus balcones, han esperado horas agolpados tras unas vallas colocadas en su Plaza Mayor para verlos de cerca, han dado permiso a sus colegiales para ausentarse un par de horas de clase y, al final, han logrado una estampa de multitudinaria acogida que hace tiempo no disfrutaban los Reyes.


"¡Fe-li-pe!, ¡Fe-li-pe!, !Fe-li-pe!" ha sido el grito unánime coreado casi sin parar mientras los Reyes han estado cerca de los infanteños, mayores y pequeños, entusiasmados con su presencia.


Así, entre vivas, gritos, aplausos y muchos teléfonos móviles con los que todos querían retratar a sus invitados, Don Felipe y Doña Letizia han pasado buena parte de la hora aproximada que han permanecido en el pueblo saludando a sus vecinos, estrechando manos, escuchando alabanzas y miradas de agradecimiento.


Cuando han salido al balcón del Ayuntamiento para saludar, la plaza parecía venirse abajo por los gritos de los centenares de manchegos reunidos ante el Consistorio, aunque los que más ruido han hecho han sido sin duda los niños situados en una esquina, en la escalera de la iglesia, en una mañana con dos horas menos de clase.


Los infanteños no han dudado en alabar ante los periodistas lo "guapos" y "simpáticos" que son, y lo "emotivo" de la visita -"les damos las gracias por venir al pueblo más bonito de España", ha remarcado con orgullo una lugareña- y en el recorrido hasta la Casa de Cultura no han faltado dos paisanos disfrazados de Quijote y Sancho, aunque ellos aseguraban llevar cuatro siglos por allí.


Desde Villanueva de los Infantes, se han dirigido por carretera hasta Tomelloso, también en Ciudad Real, aunque se han detenido para hacer tiempo en un bar a medio camino a fin de que la comitiva desplegada pudiera estar antes en la localidad.


Allí, les han recibido en la cooperativa vinícola 'Virgen de las Viñas', también con centenares de vecinos, socios y familiares agolpados tras las preceptivas vallas, en este caso equipados con banderas españolas que movían mientras gritaban y trataban, cómo no, de fotografiar a los Reyes con sus móviles.


"¡Se nota, se siente, Felipe está presente!" ha sido en esta ocasión la voz mayoritaria que se ha escuchado en el segundo y también entusiasta recibimiento dispensado a Don Felipe y Doña Letizia en la cooperativa del sector más grande de Europa.


También han sido horas las que ha pasado los cooperativistas en el interior del almacén esperando a los Reyes; unas 2.000 personas cuyas gargantas se han desecho en vítores y sus manos en aplausos, interrumpiendo continuamente el discurso del presidente de la empresa, Rafael Torres, cada vez que los ha mencionado.


Los Reyes se han tenido que vestir con una bata aséptica blanca para entrar en la planta de embotellado, han firmado y fechado sendas barricas de roble y han pasado por la sala de catas profesionales, aunque allí no han probado ninguno de los caldos que produce la bodega.


Su jornada concluye en Talavera de la Reina (Toledo), pero antes Don Felipe y Doña Letizia han disfrutado de los manjares de la cocina manchega, en un almuerzo privado en un lugar de cuyo nombre... Zarzuela no ha querido acordarse.

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