La mujer que alertó de que estaba siendo maltratada por su pareja a través de una nota en los deberes de su hijo recibe asistencia psicológica, sociolaboral y jurídica, según ha informado este jueves el Instituto Andaluz de la Mujer.

El diario 'SUR' reproduce este jueves la nota que escribió la mujer en la que decía: "Le escribo esta carta para pedirle ayuda. Estamos mis hijos y yo sobre todo sufriendo violencia doméstica por parte de mi esposo. No puedo denunciarlo porque estoy todo el tiempo con él y no me deja por supuesto que haga la denuncia y me esconde la llave cuando sospecha que puedo hacerlo".

La mujer, que reside en Benalmádena (Málaga), añadía que en Uruguay nunca pudo formular la denuncia "porque en una sociedad machista es inútil hacerla", al tiempo precisaba que no sabía dónde dirigirse y que temía por ella y sus hijos.

Según publica el diario 'ABC', la mujer relató que su esposo, un ciudadano uruguayo de 52 años cuyo nombre corresponde a las iniciales J.C.T., no le permitía salir a la calle sola, ni entablar amistad con sus vecinos o cualquier otra persona.

Explicó además que le inspeccionaba el teléfono móvil, le impedía tener acceso a las redes sociales y filtraba cualquier contacto con el mundo exterior.

El periódico indica que incluso comentó que su marido "trató de estrangularla y prendió fuego a la cama tras rociarla con gasolina".

El hombre, que quedó en libertad aunque con la medida cautelar de una orden de alojamiento contra él y con un dispositivo electrónico de control, negó en su declaración que pegara a su mujer, aunque admitió que la cogió del brazo porque pensaba que iba a hacer una locura, y rechazó que la tuviera secuestrada.

Por su parte, la coordinadora provincial del Instituto de la Mujer en Málaga, Rosa del Mar Rodríguez, ha explicado que la víctima y su familia reciben una atención integral tras denunciar la situación.

La cuartilla en la que la mujer pedía auxilio, y que insertó en un libro de texto del hijo, llegó a manos de su tutora en el colegio, tras lo que la Policía decidió concertar una reunión con ella y después una tutoría con el matrimonio para constatar los hechos.

Las autoridades lo consideran un caso de violencia machista, ya que se comprobó que la mujer tenía hematomas y señales evidentes de maltrato físico.