"En Nóos se pagaron cócteles por 15.000 euros"

Subraya que desconocía que estas facturas fuesen posteriormente abonadas con fondos del Gobierno balear.

Vigésima jornada por el juicio del caso Nóos
Vigésima jornada por el juicio del caso Nóos
Efe

Una exempleada del Instituto Nóos, Maite Zazo, encargada de la logística de los distintos eventos organizados por la entidad, ha admitido que tanto Iñaki Urdangarin como Diego Torres le autorizaron a realizar elevados gastos para los foros celebrados en Baleares que ascendían a más de 15.000 euros en el caso de una cena de gala y 986 euros por el alquiler y la recogida de un piano de cola para un recital.


Así lo ha puesto de manifiesto durante su declaración como testigo en el juicio del caso Nóos, en la que ha manifestado que los gastos también incluían billetes de avión en clase business y diversos cócteles, si bien ha subrayado que desconocía que estas facturas fuesen posteriormente abonadas con fondos del Govern balear. "A mí me daban un presupuesto y lo utilizaba", ha señalado.

Empleada doméstica de Torres: "Me hicieron facturar a Nóos"

Una empleada doméstica del exvicepresidente del Instituto Nóos Diego Torres, quien este jueves ha sido interrogada como testigo, ha manifestado que, pese a ocuparse de la limpieza de la vivienda del acusado y de su mujer, Ana María Tejeiro, el matrimonio le hizo facturar su trabajo contra Nóos.


Ante las insistentes preguntas del abogado de Torres y Tejeiro sobre si la limpieza no se ceñía únicamente al despacho que el empresario tenía en su domicilio, la empleada ha recordado que además de esta dependencia la limpieza también se llevó a cabo en el resto de la vivienda.


La testigo ha apuntado que fue Tejeiro quien le dijo que las empleadas del hogar que acudían a la vivienda debía facturar contra el Instituto. "Se me hizo la factura a través de Nóos y cobré a través de Nóos", ha recalcado tajante.


Según las pesquisas, esta práctica fue llevada a cabo en aras a simular la actividad de las entidades que conformaban el entramado urdido por Iñaki Urdangarin y Torres así como justificar y "ennegrecer" los ingresos que obtenía que de forma irregular obtuvieron de las Administraciones públicas.


Los trabajadores en cuestión no trabajaban para estas entidades a pesar de haber sido contratados por las mismas, lo que permitía aumentar los gastos deducibles a Hacienda además de disminuir la base imponible y la cuota a pagar en el Impuesto de Sociedades."Se intentaba hacer todo legal" 

La que fuera directora de marketing de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa) de Valencia, Ana Rosa Moreno, se ha desvinculado este jueves de las negociaciones y la preparación de los denominados Valencia Summit, por cuyas tres ediciones el Instituto Nóos percibió más de tres millones de euros públicos, si bien ha manifestado que "siempre se intentaba hacer todo de forma legal y correcta".


En su declaración como testigo en el juicio del caso Nóos, Moreno ha respondido de este modo al ser preguntada por el fiscal anticorrupción Pedro Horrach sobre si era posible celebrar el anterior evento sin necesidad de contar con expediente administrativo previo. "Entiendo que sí, porque se intentaban hacer las cosas de la mejor forma, pero no formaba parte de mi responsabilidad", ha recalcado.


La testigo ha recordado que en algunos de los eventos impulsados por Cacsa "había dudas respecto a cómo hacer las cosas bien hechas", puesto que si alguna empresa presentaba una iniciativa propia para organizar un proyecto y la entidad pública "consideraba que era una gran oportunidad para la ciudad, entendíamos que no era lógico sacar concurso para una idea que era exclusiva de alguien. Era algo que se hacía dentro de la legalidad", ha incidido.


La exresponsable de marketing ha manifestado asimismo que nadie le comentó que tras el Instituto Nóos y el Valencia Summit estuviera Iñaki Urdangarin, puesto que nadie de su área participó en el evento.


En su comparecencia, la exdirectora de marketing, cuyo cargo ocupó entre septiembre de 1999 y marzo de 2007, ha apuntado que su superior en Cacsa era la entonces directora de gestión Elisa Maldonado, acusada en la causa, y por encima de ésta se encontraban, sucesivamente, Jorge Vela y José Manuel Aguilar, también inculpados.


La testigo ha explicado que era la dirección y gestión las que decidían "de forma consensuada" qué expediente debía pasar por su departamento. "En algunos casos, había eventos que desde el departamento jurídico indicaban que hacía falta informar y desde el área de marketing informábamos de la viabilidad", ha sentenciado.

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