Rajoy y el Tratado de los Toros de Guisando
Aquel pacto permitió que llegara al trono de Castilla Isabel la Católica.
El Tratado de los Toros de Guisando, al que ha aludido hoy Mariano Rajoy en el debate de investidura, fue trascendental en la historia de España ya que permitió que llegara al trono de Castilla Isabel la Católica.
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha ridiculizado hoy el acuerdo alcanzado entre el PSOE y Ciudadanos para la investidura de Pedro Sánchez, asegurando que lo habían presentado como si fuera el de los Toros de Guisando.
"Ese gran pacto histórico que hasta los niños estudiarán en las escuelas", ha ironizado Rajoy, se ha presentado de forma tan teatral y altisonante, "sin el menor sentido del ridículo" que hacía pensar que se trataba de una página histórica "sólo comparable a los Toros de Guisando".
Los "Toros de Guisando" son cuatro esculturas de granito labradas durante la Edad del Bronce, que se encuentran en la localidad abulense de El Tiemblo, en las cercanías de la Comunidad de Madrid.
Ese monumento fenicio fue el lugar donde en 1468 Enrique IV nombró a su hermanastra Isabel la Católica heredera de Corona de Castilla, mediante un acuerdo que la reconocía como Princesa de Asturias e invalidaba las aspiraciones al trono a su única hija, Juana de Castilla, que pasó a la historia como Juana 'la Beltraneja'.
El Tratado permitió que todo el reino volviera a la obediencia del Rey después de la rebelión de parte de la nobleza, convencida de que Juana no era hija de Enrique IV sino de su valido Beltrán de la Cueva.
Sin embargo, no evitó que, tras la muerte de Enrique IV, el conflicto degenerara en la Guerra de Sucesión Castellana (1475-1479).
Algunos historiadores discuten la veracidad del tratado, y atribuyen su presencia en textos posteriores al propósito de legitimar la sucesión, dado que no se ha conservado ningún documento original.
