La judicatura ha rendido este lunes homenaje a Francisco Tomás y Valiente, expresidente del Tribunal Constitucional asesinado por ETA, en el veinte aniversario de su muerte, como "hombre de Estado" y "ejemplo ético".

Jueces, fiscales y abogados han acompañado a la familia de Tomás y Valiente en la presentación del libro 'Una mirada valiente' en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales con la asistencia del presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos; la fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, y el vicepresidente del Supremo, Ángel Juanes.

También han acudido al acto la exvicepresidenta del Constitucional María Emilia Casas, el expresidente del Senado Juan José Laborda y el portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo.

Todos ellos han recordado a Tomás y Valiente como un referente ético y moral y un "extraordinario jurista" pero, sobre todo, como un "hombre de Estado" que murió por defender los derechos fundamentales, la democracia y la libertad, a la vez que como un hombre "ilustrado", por su conciencia democrática y por anteponer la primacía de la razón frente al sectarismo y la barbarie.

Fue el 14 de febrero de 1996 cuando el etarra Jon Bienzobas Arretxe, 'Karaka', asesinó a Tomás y Valiente cuando se encontraba en su despacho de la Universidad Autónoma de Madrid.

Veinte años después de su muerte, su memoria sigue viva como un legado judicial, democrático y humanista marcado por los valores que siempre defendió en vida: convivencia, tolerancia, libertad y dignidad.

"Fue alguien que no renunció nunca a hacer el uso obligatorio de la propia razón por adversas que pudieran ser las consecuencias", ha destacado De los Cobos, que ha explicado que su legado va más allá de las palabras: "Se lee y se observa cada día en el Constitucional".

"Junto al retrato del rey Felipe VI, figuran también los de Tomás y Valiente y Manuel García Pelayo, los considerados padres del alto tribunal", ha subrayado De los Cobos.

Juanes, que ha pedido no olvidar nunca su ejemplo de gran jurista y pensador, ha subrayado, antes de calificarle como "un referente moral", que siempre manifestó su profunda convicción en el Estado.

Todos han recordado el shock que les produjo su muerte, como ha señalado el escritor Antonio Muñoz Molina. "Su ejemplo valió la pena y ayudó a construir este sistema que tenemos, imperfecto, pero el mejor que hemos tenido nunca. Que su memoria no se pierda, porque nos hace más falta que nunca", ha dicho.

José Manuel Gómez Bravo ha definido la obra, que él mismo ha coordinado como "una mirada de consenso en torno a una figura fundamental, que sirve como un sincero y cálido homenaje a quien nos ha dado mucho y somos deudores".

"Ha sido escrito no como un homenaje, sino también como un coloquio" de juristas, políticos y amigos. "Su obra tiene plena vigencia porque la defensa del Estado de Derecho y de un país no puede ser efímera ni improvisada", ha subrayado.

Ninguna intervención ha sido tan emotiva como la de su hijo Quico Tomás y Valiente. "Fue un optimista en todos los sentidos, como profesor, como historiador, como jurista, como demócrata y como padre", ha apuntado.

Una persona, ha precisado su hijo, comprometida con los derechos fundamentales que consideraría a sus asesinos como alguien "con la capacidad de cambiar", si bien, ha añadido, que aquellos que quieran acogerse a la reinserción "tienen que reconocer su culpa, si no, nada podrá cambiar".

"Que su recuerdo os haga sonreír", ha concluido Quico, que ha estado acompañado en el acto por su familia.