El padre que destapó los abusos del exprofesor pide investigar un posible encubrimiento
Asegura que existían denuncias previas contra el profesor pero que no se tomaron las medidas oportunas.
El padre de uno de los alumnos que supuestamente fueron agredidos sexualmente por su profesor de gimnasia y cuya campaña ha conseguido que el caso acabe en los tribunales pedirá al juez que investigue si hubo un presunto encubrimiento por parte del colegio donde se produjeron los abusos.
Manuel, que rehúsa dar su apellido para que no se le identifique, fue el primer padre que denunció al hoy exdocente Joaquín B. -actualmente en libertad con cargos-, y ha explicado que pedirá a su abogado que traslade al juez esta posible línea de investigación.
Ha comentado que le consta que existían denuncias previas por hechos similares contra el profesor, sin que a su juicio se tomaran las acciones oportunas.
"Pediremos al juez que investigue esa línea de un posible encubrimiento, porque aparecen informaciones de personas que se empiezan a arrepentir de haber visto la situación y no haberlo denunciado", ha precisado el padre.
Manuel ha confesado que no puede perdonar al exprofesor por el "daño irreparable" que ha ocasionado a su hijo y a su familia, y que se trata de una persona que le provoca "temor y rabia".
El padre del alumno supuestamente agredido en los Maristas de les Corts, en Barcelona, ha animado a otras posibles víctimas a denunciar, porque cuando lo hacen "se quitan una losa de encima", y agrega que su hijo le ha dicho que se siente "orgulloso" de él.
Ante el hecho de que el juez haya decretado libertad con cargos para el exprofesor, Manuel reconoce que esta decisión le ha provocado a él y a las otras víctimas "bastante enfado".
No obstante, dice entender la decisión del juez, porque el exdocente tiene también sus derechos y "no cumple" los antecedentes necesarios para que "se le prive de libertad".
"Si se le vulnerasen sus derechos, se irían al traste las denuncias, así se lo he hecho saber al resto de las víctimas, y se han quedado bastante tranquilas", aunque "tienen miedo", explica Manuel, quien asegura que "se ha perdido una batalla, pero no se ha perdido la guerra".
