​Flores "se lía" con las entradas vendidas en el Madrid Arena

El promotor de la fiesta en la que murieron cinco chicas hace tres años dice que ?puso un servicio sanitario "voluntariamente".

La Audiencia Provincial de Madrid que condenó a siete acusados, entre ellos al promotor de la fiesta, Miguel Ángel Flores, a cuatro años de prisión.
Miguel Ángel Flores
Efe

El promotor Miguel Ángel Flores, principal acusado en el juicio por el Madrid Arena, ha apuntado a empresas del Ayuntamiento como las responsables de los fallos en la seguridad que provocaron la avalancha en la que murieron cinco jóvenes el 1 de noviembre de 2012, pero no ha despejado las dudas sobre el exceso de aforo y venta de entradas del que se le acusa.


Flores ha protagonizado la segunda sesión de la vista oral del Madrid Arena con su esperada intervención, que se ha producido después de la proyección de tres vídeos, uno de ellos con imágenes inéditas que muestran el horror, la angustia y la desesperación que se vivieron durante los veinte largos minutos de la avalancha.


Tres horas y media de declaración en las que ha respondido a las preguntas del fiscal, de su abogado y de la presidenta del tribunal.Cifras y datos contradictorios

A lo largo de su intervención ha ofrecido cifras y datos contradictorios, pero siempre tratando de dejar claro que la responsabilidad en la planificación y desarrollo del evento recae en el Ayuntamiento de Madrid, en concreto, en Madrid Espacios y Congresos (Madridec) y en Seguriber, la empresa de seguridad externa contratada por el Consistorio.


Ha relatado que nunca le enseñaron un Plan de Autoprotección, que el recinto no tenía licencia de funcionamiento, que no le advirtieron de distribuir el aforo por plantas y que no tenía "ninguna competencia en seguridad".


"No acuso al Ayuntamiento, sino a las personas que conocían en el año 2010 que las cosas se hacían mal y que a mí me lo hacían hacer mal", ha explicado Flores, que siempre se ha desmarcado de lo sucedido sin asumir responsabilidad alguna.


Un ejemplo ha sido cuando la fiscal le ha interrogado por las urnas que contenían las entradas. 'Fueron manipuladas', ha respondido Flores, que en un primer momento no ha dicho por quién, pero que, tras preguntar la presidenta del tribunal, ha señalado: "Madridec y Seguriber conocen todo y controlan el recinto".


"Esto de que las había escondido es ridículo; si quisiera esconder las urnas, tenía un furgón detrás. Mi actitud no es esa", ha señalado, tras precisar que las únicas entradas validas para él son las que pasaron por el lector y no las que se encontraban en las urnas, que, según el recuento policial, fueron 16.841.Aforo "confuso"

Precisamente, los errores y contradicciones en su declaración han llegado cuando la fiscal ha abordado el asunto del aforo del recinto, que pese a las preguntas y respuestas no ha quedado resuelto.


Tenso y nervioso, Flores ha señalado que encargó 17.500 entradas a una imprenta; es decir, 7.000 más que el aforo que Madridec le comunicó. No obstante, ha dicho que imprimir más entradas de las que se van a vender es una práctica "habitual" en eventos de estas características.


Pero la confusión ha llegado minutos después, cuando el empresario ha ofrecido dos cifras distintas de entradas vendidas.


En primer lugar, ha dicho que se vendieron 9.650 entradas, si bien las cifras no concuerdan, puesto que físicas ha asegurado que fueron 5.650 y digitales 5.578, lo que suma un total de 11.228. "No salen las cuentas", ha señalado la fiscal.


Con todo, el acusado ha subrayado que el aforo para la fiesta era de 10.600 personas según el contrato firmado con Madridec y que lo cumplió. Eso sí, ha precisado que esta cifra no le fue facilitada hasta dos días antes de la macrofiesta, lo que al parecer no fue un problema. También ha reconocido que el "precio de arrendamiento (del Madrid Arena) dependía del aforo".


En cuanto a la seguridad, Flores ha defendido que esa tarea "no era su competencia", puesto que él tan solo se ocupaba "de la hostelería y espectáculos", y que la reunión de seguridad con los responsables policiales y municipales no se celebró.


Igualmente, se ha desmarcado de la seguridad interior que corrió a cargo de la empresa Kontrol 34, pese a que la contrató Diviertt, la compañía de Flores.


"Esta empresa selecciona a personal pero no es de seguridad sino que son auxiliares y controladores de acceso. No tienen competencia en seguridad", ha agregado. Y sobre el servicio médico ha aseverado que no era su obligación contar con él.


Flores, que ha dicho que la tragedia no tenía que haber pasado nunca, ha atribuido "el problema" a una "cuestión de flujos" pero no de aforo, al tiempo que ha asegurado desconocer por qué la mayor parte de los vomitorios estaban cerrados o por qué se concentró a la gente en la pista central.


La misma respuesta ha dado cuando ha sido preguntado por la apertura del portón o por quién ordenó que se colara gente al interior.


"He hecho 33 eventos allí (en el Madrid Arena), y nunca ha pasado nada", ha concluido, no sin antes responder a su letrado sobre si como promotor cumplió con sus competencias: "Todas y más". 

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