Rosario Porto relató episodios violentos de Alfonso Basterra pero nunca con su hija Asunta

Contó a expertos del Instituto de Medicina Legal de Galicia que su exmaridoera apático, raro, imprevisible "y excesivamente puritano".

Rosario Porto, acusada del asesinato de su hija junto a su exmarido, Alfonso Basterra, contó a expertos del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) que el que era su pareja tuvo episodios violentos con ella, pero nunca con la menor que adoptaron, Asunta.


El "trastorno depresivo recurrente" que sufre esta mujer, que no afecta a su imputabilidad, ha centrado buena parte de la sesión de este lunes del juicio por la muerte de Asunta en septiembre de 2013, que ha estado, de nuevo, dedicada a las pruebas periciales.


Estos especialistas del Imelga, que entre diciembre del 2013 y febrero del 2014 mantuvieron cuatro entrevistas personales con Rosario Porto, han concluido que la sintomatología en la acusada "no era tan intensa" como para interferir en su compresión de un acto -si es bueno o malo- o en su voluntad para hacerlo.


Estos peritos se han referido en la sala a la relación entre ambos acusados, en base a lo que ella les relató en diferentes entrevistas, y han detallado en que primero les dijo Rosario Porto que Alfonso Basterra era una persona "correcta, encantadora y educada", pero en una segunda vez se refirió a él como un ser apático, raro, imprevisible "y excesivamente puritano".


Para Rosario, Alfonso era, a modo de resumen, y teniendo en cuenta sus distintas consideraciones, "un muy buen amigo y un mal marido".


Es más, según lo que les comentó en esas reuniones, Rosario, a medida que la relación entre la pareja se iba deteriorando -finalmente se divorciaron-, percibió que la comunicación materno-filial mejoraba, y que "estaba preocupada por ser una buena madre".


Estos testigos han mencionado que la opinión de Porto sobre su exmarido, en su rol de padre, era buena, puesto que incluso llegó a definirlo como "un padrazo" para la menor a la que trajeron de China cuando no había cumplido un año y que falleció con 12.


No obstante, Rosario Porto les habló de episodios violentos de Basterra con ella, que se repetían "3 ó 4" veces al año, siempre según su versión, aunque nunca se producían con la pequeña.Ubicación de los padres


También han comparecido este lunes los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que se encargaron de analizar, a través de las posiciones de sus móviles, la ubicación de los padres de Asunta, únicos imputados por la muerte.


Han concretado que desde el teléfono de Rosario Porto se pueden identificar hasta tres conexiones durante la tarde del 21 de septiembre de 2013, cuando se produjo el asesinato.


Los repetidores de la capital gallega y de los alrededores captaron el teléfono de Rosario a las 14.29 en las inmediaciones de su céntrico piso compostelano, a las 19.29 se la sitúa en Teo (A Coruña) y a las 21.52 de esa jornada, ya de nuevo en el casco nuevo de la capital gallega.


En su teléfono, la acusada recibe tres llamadas "infructuosas", es decir, que no llegan a ser contestadas, y que proceden del teléfono fijo de su propia casa, a las 17:43 horas, según han detallado.


El teléfono de Alfonso Basterra no tiene conexión alguna entre las 12.01 y las 20:43 horas, los únicos momentos en los que es captado. La única actividad, por tanto, de su celular, es hasta que trasciende la desaparición de la menor, y en ambos casos en Compostela.


"Entre esas horas no recibe comunicación alguna, ni de voz ni de mensajes. Pero podía estar encendido (el móvil)", ha explicado en la sala uno de los peritos.

A partir de las 20.43, con un telefonazo a la casa de Rosario Porto, el móvil del acusado sí "empieza a generar llamadas", tanto dirigidas al móvil y a la casa de Rosario Porto, como al teléfono de la víctima, Asunta.


En la sesión de esta mañana también participó un perito de la Agencia para la Modernización Tecnológica de Galicia (Amtega), que se ha referido a las fotografías del teléfono móvil del hombre cuyo perfil genético coincide con el de la mancha de semen hallada en la camiseta que vestía Asunta el día de su muerte, Ramiro Cerón Jaramillo, y que lo situarían, como él dice, en Madrid.


Este técnico ha revelado que dichas instantáneas, tomadas en un restaurante madrileño, corresponden al día 21 de septiembre, según la fecha que tenía el dispositivo y que se puede "configurar de manera automática o manual".


"Yo me lo encontré con la fecha automática", ha dicho, y ha matizado que, en todo caso, "si no hay un sistema de verificación, cualquier fecha es manipulable".

Este ciudadano residente en Madrid estuvo imputado en este caso durante un tiempo breve.


Este martes continuarán las periciales con declaraciones de trabajadores del Instituto Nacional de Toxicología y de Identificación del servicio de Criminalística de la Guardia Civil.

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