El fiscal pide prisión provisional comunicada y sin fianza para el parricida de Moraña

El acusado se acoge a su derecho a no declarar.

El presunto autor de la muerte violenta de sus dos hijas en Moraña, David O.R.
El presunto autor de la muerte violenta de sus dos hijas en Moraña, David O.R.
Efe

El fiscal Alejandro Pazos, que lleva el caso del doble crimen de las niñas de Moraña (Pontevedra), pedirá prisión provisional comunicada y sin fianza para su padre, David O.R., por dos delitos de asesinato.


Según ha informado a los medios de comunicación a la salida de los juzgados de Caldas, donde el presunto parricida pasó este mediodía a disposición judicial, Fiscalía solicitará a la jueza que el hombre sea imputado por dos delitos de asesinato.


Al respecto, ha explicado que pedirá la calificación de asesinato por la existencia de un agravante que ha rechazado aclarar, pero sí ha apuntado que ve "indicios" de culpabilidad en David O.R., de 40 años de edad. El juzgado mixto número 1 de Caldas ha decretado el secreto sobre las actuaciones.


David O.R. pasó la noche en la Comandancia de Pontevedra tras haber recibido el alta en el Hospital Montecelo, donde fue atendido de las heridas que se autoinfligió, después de supuestamente haber matado a sus dos hijas de 9 y 4 años de edad.


El hombre fue conducido este mediodía a los juzgados de Caldas en torno a las 12.30 horas y a las 16.30 horas permanecía allí. Al parecer, su comparecencia ante la autoridad judicial se prolongó porque solicitó una audiencia reservada con el abogado.El parricida de Moraña se acoge a su derecho a no declarar

El presunto parricida de Moraña (Pontevedra), David O.R., se acogió este sábado a su derecho a no declarar en los juzgados de Caldas, donde decenas de personas le han vuelto a increpar a su salida, al grito de "asesino" y donde agentes de la Guardia Civil incluso han tenido que contener el tumulto.


El hombre ha salido sobre las 16.45, tras más de cuatro horas en sede judicial, donde a su salida aún le esperaban decenas de personas que han llegado a romper el cordón policial establecido por varios agentes.


Pese a haber estado esas cuatro horas en el interior del juzgado, el hombre rechazó declarar ante la jueza, pero su estancia en dependencias judiciales se prolongó porque solicitó una audiencia reservada con su abogado. Mientras los vecinos allí congregados gritaban nerviosos y algunos incluso rebasaban el perímetro de seguridad, el detenido subió esposado y con la cara tapada por su camiseta en el furgón policial. El vehículo abandonó el lugar mientras alguno vecinos seguían profiriendo insultos y en algún caso incluso lanzando objetos como botellas de agua.


Efectivos de la Guardia Civil intentaron contener a estas personas y posteriormente, todos los vehículos del Instituto Armado que continuaban en la zona se marcharon. Por su parte, una vez que el letrado de David O.R. salió de los juzgados rechazó hacer declaraciones a los medios.

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