El guardia civil que salvó al bebé: "Lo cogí en el pecho y corrimos al hospital"

El recién nacido, que había sido abandonado en un contenedor soterrado, se encuentra sano.

El guardia civil Carlos Rodríguez, uno de los dos agentes que este miércoles han salvado a un bebé de un contenedor soterrado, ha contado que ya había dejado de llorar cuando lo sacaron de la mochila donde estaba, entonces lo apretó contra el pecho y lo llevaron corriendo al hospital.


"La criatura no reaccionaba, hemos intentado hablarle, la movía, la acariciaba y llegando al hospital ha roto a llorar. No nos hemos relajado porque la situación era muy tensa, pero teníamos la consciencia de que estaba vivo", ha declarado a Efe Televisión.


El camión de la basura de los técnicos del Ayuntamiento ha llegado a las 7.35 horas aproximadamente; a las 7.40 se ha encontrado la bolsa donde estaba el bebé y a las 7.45 han llegado al centro sanitario.

"Ha sido todo muy rápido, pero para nosotros han sido minutos que parecían horas", ha dicho Rodríguez.


Ha relatado que él y su compañero, Andrés Mollano, se encontraban esta mañana prestando servicio de seguridad ciudadana en la localidad madrileña de Mejorada del Campo cuando han recibido un aviso del cuartel, pues una persona había comunicado que oía lamentos procedentes de un contenedor de basuras.


Al llegar al lugar, donde ya había un equipo de Policía Local, se han dado cuenta rápidamente de que era el llanto de un niño, que lloraba agónicamente, cada vez con menos fuerza. "Temíamos lo peor", ha enfatizado.


Los agentes han pedido la activación de los servicios sanitarios, de bomberos y municipales para poder levantar el contenedor, pues no se podía acceder de ninguna manera.


Cuando ha llegado la grúa del Ayuntamiento, que ha tardado una media hora, al bebé prácticamente no se le escuchaba ya, el llanto era muy ligero.


El contenedor se ha abierto poco a poco para ir sacando las bolsas y comprobándolas una a una (el bebé ya no lloraba) hasta que un operario municipal encontró una bolsa anudada de cierto peso.


"La rasgué -ha explicado Rodríguez- y, en el interior, había una mochila deportiva. Al abrir la cremallera, vi un brazo de un bebé e, inmediatamente, cogí a la criatura contra mi pecho. No habían llegado los servicios sanitarios, hemos cogido el coche y automáticamente hemos salido corriendo al Hospital del Henares, adonde hemos llegado en cuatro o cinco minutos".


El bebé, de entre una y dos semanas, estaba amoratado y muy blanquecino, con la cicatriz del cordón umbilical reciente. "Debería de llevar pocos minutos en el contenedor", ha añadido el agente.


Ha explicado que los servicios sanitarios se han hecho cargo y, por las noticias que tiene, está en perfecto estado y durmiendo "muy agustito".

Ha indicado que se han abierto diligencias que instruye un equipo de policía judicial de la Guardia Civil. A una residencia o a una familia de acogida

El bebé será llevado previsiblemente a una residencia o a una familia del programa de acogimientos de urgencia, como marca el protocolo de actuación en estos casos.

Este protocolo indica que cuando un bebé o un menor de edad es encontrado en situación de abandono el primer paso es atenderlo de urgencia en los servicios médicos correspondientes, según ha señalado la consejería de Políticas Sociales y Familia.


Desde la consejería han informado de que ya se han puesto en contacto por fax con el hospital de Henares, donde está ingresado el bebé, y el centro le ha informado de que el recién nacido está "sano".


Una vez "atendido, estabilizado y descartadas situaciones de riesgo vital", lo normal es que el propio hospital, a través de la trabajadora social, remita un informe al Área de Protección del Menor de la Comunidad de Madrid, con una breve descripción de los hechos y el informe médico.


Según la consejería, este informe permite asumir una medida de protección provisional de tutela para que, en el momento del alta hospitalaria, el menor pueda ser recogido y trasladado a una residencia o a una familia del programa de acogimientos de urgencia, como marca el protocolo.


"Eso permite seguir valorando el caso y realizar las averiguaciones pertinentes en coordinación con las fuerzas policiales y los Juzgados cara a poder localizar a la posible familia extensa y valorar las opciones futuras del menor", han añadido las mismas fuentes, en base al protocolo.


El bebé, de entre una semana y diez días, se encontraba "cuidado y bien de peso", tenía restos de leche aunque estaba limpio y no presentaba lesiones físicas en el momento del hallazgo, han confirmado fuentes sanitarias.


La policía judicial está intentando averiguar la identidad de los progenitores, y la Guardia Civil está investigando los hechos. 




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