Reformas y apertura en el primer año del nuevo monarca

Este viernes, 19 de junio, se cumple un año del inicio del reinado de Felipe VI.

Letizia Ortiz y Felipe VI
Letizia Ortiz y Felipe VI

El primer año de reinado de Felipe VI ha probado su interés en abrir la Corona a todos los sectores de la sociedad, impulsar medidas ejemplarizantes e intensificar su proyección internacional como jefe de Estado, con más de quince viajes oficiales al extranjero.


A pocos días de que la primera visita de Estado de los Reyes fuera de Europa les lleve a México, adonde el nuevo Monarca ya acudió en diciembre para participar en la última Cumbre Iberoamericana, don Felipe ha visitado como Rey más de una docena de países, la mayoría de las veces acompañado por la Reina Letizia, en cuatro continentes.


El Papa Francisco recibió a los Reyes en el Vaticano en la primera de las visitas de presentación que protagonizaron tras la llegada al Trono y que, antes del paréntesis de agosto, les permitió tomar contacto con las máximas autoridades de los tres países vecinos: Portugal, Marruecos y Francia.


Tras representar a España en la ceremonia internacional de Lieja por el centenario de la Primera Guerra Mundial y despejar en agosto cualquier duda sobre su voluntad de preservar la tradicional presencia anual en Palma de Mallorca, don Felipe viajó a Nueva York con la Reina para participar en la Asamblea General de la ONU y se entrevistó con el presidente de EE. UU., Barack Obama.


Un apretado calendario de visitas a cinco naciones europeas -Holanda, Luxemburgo, Bélgica, Italia y Alemania- marcó el programa del último trimestre de 2014, que el Rey completó en Veracruz, donde se estrenó como líder iberoamericano, y la agenda exterior del nuevo año se abrió en Etiopía con su participación en la cumbre de la Unión Africana, precisamente el día de su cumpleaños.


Los primeros doce meses no podían concluir sin hacer visible el apoyo a las tropas españolas desplegadas en el exterior, objetivo que cumplió en el Líbano, y sin que los Reyes llevaran a cabo su primera visita de Estado, un importante viaje a Francia que suspendieron en marzo recién llegados a París ante la tragedia del avión de Germanwings y recuperaron menos de dos meses más tarde.


Dentro de España, todas las comunidades han recibido ya la visita del nuevo jefe de Estado, con la particularidad de que ha viajado hasta en diez ocasiones a Cataluña, la primera de ellas una semana después de ser proclamado, cuando expresó en Gerona su voluntad de hacer aún más presente a la Corona en ese territorio para transmitir "mensajes de respeto, entendimiento y convivencia".


Sus más de 150 actividades en distintos puntos del país y el centenar largo de audiencias y recepciones concedidas en la Zarzuela, El Pardo, el Palacio Real y la Almudaina han puesto de relieve además en estos doce meses la voluntad de Felipe VI -y también de la reina Letizia- de acercar la Corona a todo tipo de sectores y colectivos de la sociedad española.


Víctimas del terrorismo, Fuerzas Armadas, empresarios, académicos, artistas, científicos y deportistas han tenido ocasión así de compartir con los Reyes sus problemas en la misma medida que jóvenes emprendedores y voluntarios de entidades de ayuda a discapacitados, afectados por la crisis, víctimas de violencia machista y colectivos de gais, lesbianas y transexuales.


Otra seña de identidad clave del reinado, el impulso de medidas que garanticen la transparencia y ejemplaridad de la Corona, se concretó pronto con un conjunto de iniciativas sin precedentes que incluyó una rebaja del sueldo del propio don Felipe, un código de conducta para la Casa del Rey, una auditoría externa para sus cuentas y una regulación de los regalos que recibe la Familia Real.


Y, cuando apenas faltaba una semana para el aniversario de la proclamación, Felipe VI reafirmó su determinación de "velar por la dignidad de la institución", anunciada aquel histórico 19 de junio, con la decisión de retirar el título de duquesa de Palma a su hermana la infanta Cristina, que será juzgada en esa ciudad como presunta cooperadora en dos delitos fiscales cometidos por su esposo.