De los 848.600 jóvenes de 16 y 17 años en España, sólo trabajan 8.700 según la OIT

El 11% de los niños menores de 15 años en el mundo son obligados a trabajar.

En España hay 848.600 jóvenes de 16 y 17 años, de los cuales 42.900 son población activa, es decir, en disposición de trabajar, pero sólo están ocupados 8.700, ha destacado la OIT, con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil.


En su informe de este año, con el título "Allanar el camino hacia el trabajo decente para los jóvenes", la Organización Internacional del Trabajo denuncia que el 11 por ciento de los niños menores de 15 años en el mundo son obligados a trabajar -168 millones-, de los que la mitad -85 millones- lo hacen en trabajos clasificados como peligrosos.


El director de la Oficina de la OIT para España, Joaquín Nieto, ha destacado la importancia de establecer un sistema de vigilancia de la situación de los adolescentes trabajadores en nuestro país, para garantizar que los mayores de 16 años -edad a partir de la que se puede trabajar- no realicen trabajos nocturnos, insalubres, penosos, nocivos o peligrosos, tal y como establece el Estatuto de los Trabajadores.


El problema de los adolescentes que realizan trabajos peligrosos no es sólo un fenómeno que se de en los países en desarrollo, explica la Organización Internacional del Trabajo, que alerta de que en la UE-27 los trabajadores adolescentes presentan un riesgo de accidentes leves más elevado que la población adulta.


En España, una cuarta parte de los 350 accidentes leves sufridos por jóvenes trabajadores en 2013 fueron por sobreesfuerzos, lo que Nieto ha interpretado como "indicador de una presencia en actividades peligrosas de las que deberían estar excluidos".


En concreto, ha explicado que 60 de esos accidentes fueron en el ámbito agrícola y 40 en el sector de la construcción.


Por tanto, el responsable de la OIT ha insistido en la necesidad de que se controle la situación laboral de los menores, tanto desde la Inspección de Trabajo, como por las comisiones paritarias de las convenios y de los comités de seguridad y salud en los centros de trabajo.


Además, pide al INE y a los organismos encargados de realizar estadísticas que consideren en sus estudios esa franja de edad -de 16 a 17 años-.


La OIT alerta de que la participación prematura en el trabajo infantil está asociada con un nivel de instrucción inferior y más tarde, en su vida laboral, con empleos que no cumplen con los criterios mínimos de trabajo decente y recuerda a los gobiernos la importancia de prestar una especial atención al sistema educativo.