Pensando ya en próximas elecciones

También se piensa en una hipotética repetición de los comicios en Andalucía.

Mariano Rajoy durante el mitin del PP en Zaragoza.
Mariano Rajoy durante el mitin del PP en Zaragoza.
Zaragoza

Los acontecimientos van tan deprisa que los partidos ya no se conforman con pedir el voto para este domingo sino que en sus mensajes apuntan abiertamente a próximas elecciones, las catalanas de septiembre, las generales de noviembre y hasta alguno piensa en una nueva cita con las urnas en Andalucía.


Esa visión de futuro, que se ha puesto de manifiesto desde que comenzaron los mítines -e incluso antes- se está intensificando en los últimos días de esta campaña que encara la recta final y que hoy ha vivido su duodécima jornada.


Los políticos trabajan a tan largo plazo que, de hacer caso a María Dolores de Cospedal, a la hora de depositar el voto el próximo domingo habrá que pensar en que los resultados de estas elecciones van a condicionar "los próximos veinte años de la vida española", ha dicho en Alcalá de Henares (Madrid).


La presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP quiere, lógicamente, que los electores se inclinen por su partido, ya que asegura que se trata del único que trabaja "por España, por la unidad y la cohesión de España, por una España fuerte, única y plural".


Es decir, que si usted pensaba elegir al alcalde su pueblo en virtud de quién ofrezca arreglar el frontón o pavimentar la calle Mayor, olvídelo; al parecer se trata de que decida el domingo si España debe ser un Estado autonómico o federal, que tenga en cuenta también que, si se equivoca al elegir la papeleta, nos pueden acabar subiendo el IVA a todos o que el hijo de su prima tenga que marcharse a buscar trabajo al extranjero.


Aunque el votante no lo tenga en cuenta, ellos sí y, por eso, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha ofrecido en Girona a los socialistas catalanes como "aliado" para transformar España en un Estado federal y ha advertido de que votar al PP es enfrentar "a extremeños con andaluces, a valencianos con catalanes y a catalanes con madrileños".


Vamos, que estaba pensando en septiembre seguro, porque en Cataluña durante esta campaña especialmente "tensa" -todos se reprochan mutuamente generar crispación- se juega además de concejales, ganar posiciones para el duelo de otoño entre "soberanistas" y "españolistas".


También pensaba Rajoy en las elecciones catalanas en su mitin en Barcelona, en el que cargó contra Artur Mas, y seguramente piensa en las generales cuando recupera en una entrevista en el Diario de Burgos esa idea de que gobierne por ley el más votado, porque "los pactos de perdedores contra el ganador, pueden dar resultado a corto plazo, pero son un fracaso a la larga".


El portavoz de campaña del PP, Pablo Casado, ha concretado esa oferta, dirigida fundamentalmente al PSOE, con el que su partido está dispuesto a pactar a partir de este mismo domingo una reforma electoral que permita que las instituciones sean gobernadas por el partido más votado, sea el que sea.


Rajoy ha recordado que el PP ya lo propuso hace meses y recibió "una crítica feroz", pero ahora confía en que algunos de los críticos de entonces "pueden estar arrepintiéndose" y cambien de opinión para futuras citas electorales.


Esos que el presidente del Gobierno piensa que pueden estar lamentando no haber pactado un gobierno del más votado, son los socialistas a la vista de lo que está ocurriendo en Andalucía, donde, de haber aceptado el PSOE aquella reforma electoral, ya estaría gobernando Susana Díaz tan ricamente.


Y es que también se piensa ya en una hipotética repetición de los comicios en Andalucía -ya hay incluso encuestas- y eso hace que los resultados de las municipales en esa comunidad vayan a tener, además, una segunda lectura.


El martes Zaragoza se convirtió en la capital de las elecciones al coincidir allí los actos centrales de campaña de PP, IU y Ciudadanos.


Los zaragozanos han escuchado a Rajoy pedirles votos a cambio de "estabilidad y eficacia"; muchos votos, "todos los votos posibles", porque ha asegurado que no basta con ganar, sino que hacerlo de largo.


Alberto Garzón, que lleva ya unos días apelando directamente a los indecisos, lo ha vuelto a hacer, porque asegura que "el escenario es volátil" y ha llamado a sus posible votantes aragoneses a "echar el resto".


En cuanto a Albert Rivera, ha seguido hablando de posibles pactos y de que no dará "cheques en blanco" a nadie, y ha dejado claro como ninguno que aquí hay más en juego de lo que parece, porque ha reclamado pactos de Estado en materia de educación, justicia o energía.


Fíjese la que se puede liar en el futuro con lo que vote usted el domingo.