La consejera catalana de Educación, Irene Rigau, ha asegurado este miércoles que el Gobierno pretende "la desaparición" de la lengua catalana y "matar" el modelo de inmersión lingüística en Cataluña, y ha mandado un mensaje de "tranquilidad a las familias", porque las matriculaciones se harán como estaba previsto.

A instancias del Ministerio de Educación, la Abogacía del Estado ha presentado un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) contra la resolución de la Generalitat que regula las normas de preinscripción y matrícula de alumnos en centros catalanes para el curso 2015-2016.

En rueda de prensa en el Parlament, Rigau ha defendido la apuesta de la Generalitat por un modelo "plurilingüe" frente a un Gobierno que "pretende a la larga la desaparición de la lengua catalana".

"En gran parte el catalán sigue vivo por la escuela. Quieren hacer que se reduzca hasta el punto que sólo se hable en el ámbito familiar. Nosotros queremos que se dominen las dos lenguas oficiales. Ésta es una ofensa a la ley del Parlament, con la voluntad de sustituirla por los tribunales", ha señalado.

Para Rigau, se trata del "último intento del Gobierno del PP antes del fin de la legislatura de acabar con el modelo lingüístico catalán", con un "ataque al modelo de inmersión lingüística".

"Se acusa a la Generalitat de no desarrollar correctamente la LOMCE. Dicen que el catalán se ha de usar en un 50 % y el castellano en un 50 %. Con este porcentaje no queda sitio ni para el inglés ni para lenguas secundarias como el alemán", ha argumentado.

Además, "a estas alturas de preinscripción, aceptar esta medida supone -ha dicho Rigau- avisar de manera individual al millón y medio de personas matriculadas"

"Se están cambiando las reglas del juego -ha denunciado-, se está distorsionando el trabajo hecho y se obliga a realizar una nueva preinscripción. Asimismo, podría significar un cambio del proyecto educativo del centro elegido, cuando las familias ya lo han escogido por lo que era".

Por ello, la consellera ha criticado que la decisión se haya tomado desde "un prejuicio" y con una "connotación política muy fuerte, un disparate, una gran ofensa", y ha insistido en que es "el último intento del PP, antes de acabar la legislatura, de matar el modelo de inmersión lingüística".

Rigau ha querido mandar un mensaje de "tranquilidad a las familias", ya que las matriculaciones se harán como está previsto, ha avanzado que el Govern presentará alegaciones en un plazo de 10 días y ha confiado que los tribunales le den "la razón" y Cataluña vuelva a la "normalidad".

"La presencia del castellano está garantizada. La lengua que está en peligro es el catalán. Albert Rivera (líder de Ciutadans) habla perfectamente catalán y castellano y ha estudiado con este modelo. Es la prueba de que este sistema es bueno", ha sentenciado.