El gabinete del alcalde de Lérida , Ángel Ros, ha justificado este lunes los gastos del ámbito personal del edil facturados al consistorio. El diario 'El Mundo' publica que Ros facturó gastos privados al consistorio, lo que ha provocado la exigencia de responsabilidades por parte de casi todos los grupos de la oposición.

Una portavoz municipal ha dicho que cada uno de estos gastos tiene una justificación y ha concretado que, por ejemplo, el pago de un taxi al suegro del alcalde en mayo de 2014, tras su asistencia al pregón de las fiestas locales, "forma parte del amplio abanico de atenciones protocolarias que el consistorio lleva a cabo de forma habitual".

En este sentido, han asegurado que, en muchas ocasiones, el consistorio ha pagado el taxi a personas no vinculadas con nadie del ayuntamiento como una deferencia o forma de atención, así como con gente que se puede sentir indispuesta.

Además, señalan que el suegro de Ros tiene 89 años, el acto al que acudió acabó muy tarde y el servicio "costó 7,9 euros solamente". En cuanto a otra de las cuestiones denunciadas por 'El Mundo', el pago de un hotel de lujo a Ros y su mujer en Mallorca un fin de semana para asistir a la toma de posesión como obispo de Javier Salinas, que había sido obispo de Lérida , el consistorio explica que Ros acudió al acto en calidad de alcalde acompañado de su mujer.

En este caso, aunque se facturó el gasto de hotel al consistorio, el resto de gastos no los cubrió el consistorio. El ayuntamiento también justifica la cena para ocho en un restaurante de la Vall d'Aran, donde Ros tiene una segunda residencia, porque tuvo lugar tras un acto institucional al que acudió el alcalde en Vielha.

Respecto a las facturas por la compra de flores para la mujer de Ros con motivo de su aniversario de bodas, desde el consistorio se asegura que forman parte de las atenciones protocolarias que se hacen desde la institución con motivo de onomásticas de autoridades, representantes institucionales y sociedad civil.

En este sentido, se pone como ejemplo que durante la festividad de Sant Jordi se regala una rosa a cada trabajador del consistorio.

En cualquier caso, recuerdan que la organización municipal se atiene estrictamente a lo que dice la ley y que el gasto del ayuntamiento sigue los mecanismos internos de control preceptivos desde la intervención y el área económica.