Juan Carlos Monedero, una de las figuras clave en el origen de Podemos, ha optado por dar un paso atrás y abandonar la dirección del partido, en un momento en el que observa que se va pareciendo en algunas cosas a aquellos a los que querían sacar de las instituciones y que bautizaron como 'la casta'.

La dimisión de Monedero (Madrid, 1963) no parece llegar en el mejor momento, a una semana del comienzo de la campaña electoral para las autonómicas y municipales del 24M, aunque cierto es que quien ha sido uno de los principales ideólogos de Podemos se había convertido en un personaje incomodo para algunos sectores del partido.

No ayudaban sus declaraciones irreverentes o toda la polémica que suscitaron sus trabajos de asesoría para Venezuela y otros gobiernos latinoamericanos por los que recibió unos 425.000 euros. Por esos trabajos Hacienda le abrió una investigación fiscal y acabó presentando una declaración complementaria, no sin antes mantener un cierto tira y aflora con el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Monedero denunció desde el primer momento una "caza de brujas" por este asunto, pero el caso es que la noticia puso en marcha todos los ventiladores de quienes vinculaban la financiación de Podemos con Venezuela y suscitó incluso críticas internas.

Las relaciones de Monedero con Venezuela se convirtieron en una 'patata caliente' y no había comparecencia pública en la que los dirigentes de Podemos no tuvieran que hacer frente a una pregunta sobre el asunto.

El propio Monedero había anunciado que estaba pensando en apartarse de la primera línea política y volver a lo que más le gusta, al debate intelectual, a los libros, a la calle, al contacto con los círculos, a los debates en La Tuerka y a seguir con sus clases en la Universidad Complutense de Madrid, donde es profesor de Ciencia Política y de la Administración.

Quizá por eso algunos ya se esperaban que Monedero se apartaría en unos meses de la dirección para no convertirse en un problema mayor para Podemos de cara a las elecciones generales, pero el desenlace se ha acelerado también por sus últimas declaraciones sobre el partido.

A muchos ha sorprendido que Monedero haya alertado en la radio de que Podemos se parece a veces a quienes quería sacar del poder y además haya confesado sentirse "totalmente engañado y traicionado" por la concepción general de la política.

Monedero ha estado a la cabeza de quienes dentro de Podemos han defendido la vuelta a los orígenes del partido, a esa irreverencia y desobediencia del 15M, mientras otros sectores abogan por moderar el discurso para evitar ser encasillados en la radicalidad.

Haya sido esa o no la causa, el hecho es que sólo unas horas después el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, anunciaba la dimisión de su número 3 para que pueda seguir "volando" con "mucha más libertad" y poniendo "el dedo en la llaga".

Iglesias sólo tiene palabras de agradecimiento para Monedero, igual que éste para su secretario general, o al menos así lo demuestran en público.

Sigue en pie su "amistad y la "colaboración continúa", dicen los dos, conscientes de que la dimisión de quien hasta ahora ha sido uno de los pesos pesados del partido no es 'peccata minuta'.

Quién sabe si después de todo, la marcha de este verso suelto sea un punto a favor de Podemos de cara a su estrategia de ocupar lo que Pablo Iglesias llama centralidad en el mapa político español.