Pedro Sánchez se compromete a reducir a casi la mitad los contratos temporales en 4 años

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, se ha comprometido a reducir en cuatro años a casi la mitad la tasa de contratación temporal que hay en España como principal medida de choque para frenar la precariedad del empleo que, en su opinión, ha provocado la reforma laboral del Gobierno del PP.

Sánchez ha anunciado este compromiso en el Senado durante la presentación de las líneas maestras de la reforma del Estatuto de los Trabajadores ante los diputados y senadores socialistas.

La tasa de temporalidad en España es del 24 por ciento en la actualidad -en 2014 se hicieron 15,3 millones de contratos eventuales- y el reto del PSOE es reducirla al 15 por ciento en cuatro años si llega al poder, ha garantizado el dirigente socialista.

La propuesta del PSOE pasa por reducir a tres los tipos de contrato -indefinido, temporal y de formación-; hacer que las empresas que "abusan" de la contratación laboral paguen más; regular el trabajo parcial; acabar con los "falsos autónomos" y que los becarios solo puedan hacer tareas de formación.

Sánchez también se ha comprometido a acabar con la brecha salarial entre hombres y mujeres, a ligar los sueldos a la productividad y a aprobar una ley sobre la financiación y el papel de los sindicatos y empresarios.

"No basta con derogar la injusta reforma laboral del PP y volver al pasado. Queremos abrir un nuevo tiempo en la política, con una legislación laboral basada en los derechos de los trabajadores, con empresas competitivas y reivindicar el diálogo social roto por el PP", ha garantizado el líder socialista.

Sánchez ha desgranado las que, a su entender, tienen que ser los ejes del Estatuto de los Trabajadores "del siglo XXI" para poner al día el que se aprobó en 1980, que en 1995 incorporó medidas aprobadas en años previos.

El objetivo, ha añadido, es que el nuevo marco sea "de verdad una carta de derechos para los trabajadores, y no un catálogo de precariedad laboral que es en lo que lo ha convertido hoy el Gobierno de Mariano Rajoy", para contribuir a que haya una recuperación económica "justa y para la mayoría".

"Con la excusa del desempleo, Rajoy acabó con los derechos laborales de muchos trabajadores y la reforma laboral, después de tres años y medio, ha dejado un paisaje desolador", ha lamentado Sánchez tras insistir en que derogará la legislación aprobada por el PP al comienzo de la legislatura.

Para argumentar su crítica, Sánchez ha recordado que hay 5,4 millones de desempleados, más de 2 millones de menores 34 años están en paro, se han destruido 700.000 puestos de trabajo y hay 400.000 afiliados menos a la Seguridad Social.

"Es a lo que Rajoy llama ir por el buen camino. Su autocomplacencia es tan engañosa como electoralista", le ha censurado.

El líder de la oposición ha abogado por aprovechar la mejora de la economía para "hacer todas las reformas y toda la tarea de modernización que no se ha hecho en los últimos diez años" con el propósito de resolver el paro y la pobreza laboral.

Además de simplificar los modelos de contratos, el nuevo Estatuto de los Trabajadores que defiende el PSOE plantea reformar el trabajo a tiempo parcial para que se delimite el horario y no se den situaciones de explotación laboral.

Con las reglas impuestas por el PP, ha denunciado Sánchez, "los trabajadores no tienen jornada de trabajo, sino trabajan hasta que finalice la jornada", por lo que ha defendido "recuperar el derecho al tiempo del trabajo".

Sánchez ha destacado la necesidad de recuperar la "fortaleza" de la negociación colectiva al considerarla un "potente elemento" para redistribuir los beneficios que logran las empresas.

"Creemos en el diálogo con los trabajadores, no contra ellos, como piensa el PP", ha sostenido Sánchez, quien ha apuntado que desde que entró en vigor la reforma laboral, el número de convenios colectivos se ha reducido casi a la mitad, de 11 a 6 millones.

El PSOE es partidario de modificar el actual esquema de la negociación colectiva para que sean los sindicatos los que asuman la tarea de acordar los convenios con la dirección, en vez de que lo hagan los comités de empresa, como viene ocurriendo desde el comienzo de la democracia.

Además de una ley sobre financiación de sindicatos y patronal, los socialistas abogan por diseñar un nuevo modelo de formación profesional y potenciar la mediación y el arbitraje como fórmulas para resolver conflictos laborales de forma más eficiente.