La familia de un fallecido en un accidente de tráfico vería aumentada su indemnización con el nuevo baremo que proponen víctimas y seguros, que reconocería a las parejas de hecho o a los hermanos de padre y madre diferente. Frente a ellos, quienes sufran lesiones leves tendrán más difícil recibir una compensación.

Además de los cambios en las cuantías de las indemnizaciones, en el texto que se está negociando se reconocen "nuevos modelos sociales" que hasta ahora no estaban contemplados en la tabla vigente, que data de 1995, según explica a José Pérez Tirado, abogado y asesor jurídico de la asociación Stop Accidentes.

De este modo, se incluye la figura del allegado -quien mantiene una relación afectiva con la víctima sin ser su cónyuge-, se reconocen modelos de familia como la monoparental, se da valor económico al trabajo de las amas de casa a la hora de establecer la indemnización y se cubren los gastos médicos futuros.

Actualmente estudian la propuesta los ministerios de Economía y Justicia, y el grado de acuerdo logrado a lo largo de cuatro años de trabajo entre las partes les hace pensar que el Ejecutivo no introducirá cambios sustanciales en el texto.

"Es un consenso de todos y confiamos en que el Ministerio de Justicia no lo retoque demasiado", afirma Pérez Tirado, que dice que los expertos incluso han redactado el articulado de lo que quieren que sea la nueva ley: "Se la damos hecha al Gobierno".

"Todo el mundo está contento con la propuesta: eso da validez al baremo", manifiestan por su parte fuentes de la patronal del seguro, Unespa, que confían en que el Consejo de Ministros, como afirmó este martes el ministro de Justicia, Rafael Catalá, apruebe en los próximos días la norma que sustituya al actual baremo.

Ana Novella, presidenta de Stop Accidentes, explica a Efe que el actual baremo "estaba completamente fuera de lugar" y que la propuesta acerca a España "a los niveles europeos", mientras que para Francisco Canes, presidente de la asociación de víctimas de accidentes DIA, revisar la tabla "era cuestión de sentido común".

Por ejemplo, la familia de un fallecido en un accidente de tráfico, de 50 años, casado, con dos hijos e ingresos anuales de 80.000 euros, cobra hoy 240.000 euros de indemnización, una cantidad que víctimas y compañías aseguradoras coinciden en tachar de insuficiente, al tiempo que proponen aumentarla hasta unos 600.000.

Pero no todos los aspectos de la propuesta suscitan el mismo consenso. Mar Cogollos, presidenta de la asociación de víctimas Aesleme, destaca que es un texto "factible" a nivel económico y que se ha trabajado "mucho y bien", pero admite que las indemnizaciones a algunas lesiones más leves han bajado.

Canes pone el acento en esa cuestión y subraya que su asociación es partidaria de no "cerrar los expedientes antes de tiempo" y de que se cubran todos los gastos derivados del siniestro a medida que se produzcan, en lugar de dar por indemnizada a la víctima con una cantidad prefijada entregada poco después de sufrir el percance.

Además, cree que el proyecto beneficia a las aseguradoras, porque aunque se incrementan los pagos a un número reducido de víctimas -fallecidos y personas con secuelas graves-, se reducen las cuantías que percibirán la mayoría: quienes padecen lesiones temporales o pequeños periodos de invalidez.

Desde la patronal, destacan la necesidad de que las lesiones sean "objetivables" para luchar contra el fraude, y responden que "hay gente que simula lesiones, especialmente el latigazo cervical", por lo que creen necesario que las lesiones sean comprobables por un médico antes de conceder indemnizaciones.